El ex ministro Francisco Vidal se hizo eco de una tesis que se discute desde que estalló el caso Caval: la llamada Vieja Guardia –nombre que tiene relación con un grupo de ex dirigentes de la Concertación- no descansará hasta ver fuera de La Moneda al titular del Interior, Rodrigo Peñailillo.
A comienzos de marzo, tres nombres sonaban insistentemente en las conversaciones en el Palacio: Camilo Escalona, Osvaldo Andrade y Mahmud Aleuy. Todos ellos –en un primer momento- eran críticos a la gestión del jefe de gabinete. También se identificaba entonces aGutenberg Martínez y su influencia en la DC. Corrieron rumores al interior del oficialismo de que al dejar la OEA a principios de mayo,José Miguel Insulza podría ingresar al gabinete de Bachelet para reemplazar a Peñailillo.
Se decía que Peñailillo tenía “mal manejo”, una “falta de conducción política” y “poca experiencia”. Pasaron las semanas y la Vieja Guardia comenzó a dar una serie de entrevistas donde recalcaron que un cambio de gabinete debía ser parte de una salida a la actual crisis política.
“Hay síntomas claros que pueden inducir a una decisión de cambio relevante”, dijo, en esa línea, el ex ministro del MOP, Sergio Bitar, aunque aclaró que se trata de una decisión que debe tomar la Mandataria. De igual modo, dejó ver que “la declaración de la ministra Ximena Rincón, cuando dice que no se va a dedicar a la política, la entiendo como una señal de cambio”.
En un tono similar, el ex ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, aseguró ayer: “No significa una valoración sobre los actuales ministros, de si son buenos o malos, sino que se hace por necesidades políticas, de dar una señal potente al país. Entonces, creo que este cambio de gabinete, que todo el mundo espera, es absurdo que se siga postergando”.
“Cuanto antes se haga, menos desgaste hay para el Gobierno y más pronto podremos empezar a hacer lo que hay que hacer. Debe ser un cambio profundo; no puede ser de dos o tres piezas. Tiene que entrar un equipo nuevo, que sirva para las actuales condiciones políticas“, reparó a El Mercurio.
Mientras Francisco Vidal criticó los dichos de Pérez Yoma y de José Antonio Viera-Gallo –quien dijo que “hay un nuevo escenario político que requiere un nuevo esquema”- Sergio Bitar pareció promover al primero como posible carta ministerial, señalando que “Pérez Yoma es una persona seria y tiene suficiente experiencia que puede ser útil”.
Argumento parecido tuvo el otrora jefe de gabinete del primer gobierno de Michelle Bachelet, Belisario Velasco, quien dijo que “es aconsejable un cambio, pero el momento corresponde a la Presidenta”.
Según el militante DC, “es necesario porque hay ministros, lamentablemente que el país no los conoce ni sabe lo que están haciendo. La Presidenta espera dos cosas: uno, el informe del consejo presidido por Eduardo Engel y segundo, la elección del PS, que es su partido. Las discrepancias entre la senadora Isabel Allende y el ex senador Camilo Escalona son matices, pero son matices que la Presidenta debe considerar”.
Más tarde en entrevista con CNN Chile, Francisco Vidal, redondeó: “veo a la Presidenta con una lucha interna y golpeada, porque son varios flancos”. (El Dínamo)
