G20 acuerda plan de reactivación económica mundial

G20 acuerda plan de reactivación económica mundial

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El Grupo de los Veinte (G20) acordó durante la cumbre que finaliza este lunes en la ciudad china de Hangzhou elaborar un plan de acción para reactivar la alicaí­da coyuntura mundial. «El crecimiento sigue siendo más débil de lo que es deseable», señala el borrador de la declaración final de la cumbre, al que tuvo acceso DPA.

El grupo de las principales naciones industrializadas y emergentes asegura en la declaración final que está bien preparado para afrontar las consecuencias negativas de la proyectada salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Los líderes del G20 admitieron que el referéndum del pasado 23 de junio sobre el Brexit ha contribuido a crear incertidumbre en la economía mundial. Sin embargo, expresaron la esperanza de que el Reino Unido siga siendo en el futuro un socio fuerte de la UE.

El G20 acordó movilizar «todas las herramientas políticas -monetarias, presupuestarias y estructurales-» para estimular el crecimiento económico. En su plan de acción denominado «Consenso de Hangzhou», el grupo también rechaza de forma decidida el proteccionismo en el comercio y en las inversiones.

En su diagnóstico de la economía global, el G20 señala que «siguen existiendo riesgos de un retroceso por la volatilidad potencial de los mercados financieros, las fluctuaciones de los precios de las materias primas, la lentitud en el comercio y las inversiones, así­ como el lento crecimiento de la productividad y el empleo en algunos países».

El panorama se ve complicado, advierte el G20, por la crisis de los refugiados, el terrorismo, conflictos y otros acontecimientos geopolíticos. La política monetaria por sí sola no puede generar un crecimiento equilibrado, concluye el G20. Por esta razón, se necesitan reformas estructurales y medidas presupuestarias.

La flexibilidad fiscal, la política tributaria y el gasto público deben redefinirse en beneficio del crecimiento económico. Sin embargo, la proporción que representa el endeudamiento sobre el producto interior bruto debe mantenerse «en una vía sostenible».

El G20 advierte también sobre el peligro de una «excesiva volatilidad y fluctuaciones desordenadas de los tipos de cambio». Los miembros del foro mundial se comprometieron a no buscar ventajas competitivas mediante devaluaciones de sus monedas.

A iniciativa de China, la declaración final destaca la importancia de la innovación. «Reconocemos que a largo plazo la innovación es un motor fundamental tanto para los diferentes paí­ses como para la economía global», consigna el documento.

El G20 propone desarrollar un «proyecto para el crecimiento innovador» encaminado a impulsar la modernización digital y la nueva revolución industrial con cadenas de producción globalmente integradas.

Respecto al terrorismo, el G20 considera que este fenómeno no solo supone una grave amenaza para la paz y la seguridad, sino que también entraña un riesgo para la economí­a mundial. «Ratificamos nuestra solidaridad y determinación en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y dondequiera aparezca», reza el texto del borrador.

Los miembros del grupo se comprometen a luchar contra cualquier forma de financiación del terrorismo e intercambiar informaciones al respecto.

INDUSTRIA ACERERA

El G20 decidió este lunes, en el marco de la cumbre internacional realizada en la ciudad china de Hangzhou, la creación de un mecanismo de información sobre la industria y el mercado de productos siderúrgicos. El objetivo es detallar el exceso de capacidad del sector, que calificaron como un “asunto global”.

La instancia de seguimiento se enfocará en el exceso de producción de la industria, en especial del sector acerero –que impacta negativamente al comercio, según la declaración final–, y los subsidios públicos, que generan distorsiones en el mercado, según lo acordado por el grupo de líderes.

El mecanismo se enmarcará en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y emitirá su primer informe en 2017.

La iniciativa, defendida por la Unión Europea y Estados Unidos, está dirigida hacia la industria siderúrgica china, que se encuentra actualmente en un proceso de reestructuración: China es el mayor productor de acero del mundo, pero está recortando su capacidad de producción de entre 100 y 150 millones de toneladas anuales.

El exceso de capacidad de producción se debe principalmente a la actividad de empresas estatales alimentadas por subsidios públicos. (Emol DPA Pulso EFE)

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