El senador y presidente de RN, Rodrigo Galilea, fue clave para articular a los senadores de Chile Vamos en las negociaciones con el Gobierno en torno a la reforma previsional. Esta semana lograron destrabar los puntos críticos y allanar el tan postergado acuerdo, que busca aumentar la tasa de cotización mensual destinada a las pensiones, actualmente del 10% y de cargo del trabajador.
El diseño considera un aporte total de los empleadores al sistema de pensiones de 8,5% de la remuneración imponible. De ese total, un 4,5% irá directo a las cuentas de capitalización individual. También incluye un aporte diferido a las mismas cuentas, de 1,5%, que en la práctica es un «préstamo» desde los trabajadores al Estado por un periodo de 30 años, que será entregado íntegramente a la pensión del afiliado con reajustes e intereses una vez que se jubile.
Sumando ambos elementos, el nuevo aporte total a cuentas de capitalización individual será de 6% de la renta imponible.
El restante 2,5% se destinará a un seguro social y financiará el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), una compensación por el diferencial de expectativas de vida entre hombres y mujeres y un beneficio por años cotizados. Este seguro social será administrado por el Instituto de Previsión Social (IPS).
En entrevista con El Mercurio, Galilea asegura que «todos los análisis que se tuvieron en cuenta para hacer el flujo de caja tomaron como base el crecimiento actual del país y no un supuesto crecimiento de 3, 4 o 5%, que sería absurdo considerar. Por supuesto que el país va a adquirir ciertos compromisos de pago en el tiempo, pero creemos que solucionar esto, mejorar la tasa de ahorro y dar vuelta a la página respecto de la legitimidad de nuestro sistema de pensiones, va a traer efectos positivos inmensamente superiores a los costos que pudiesen algunos detectar en este tiempo».
El parlamentario valoró el acuerdo y planteó que no hacer nada tiene un costo gigante para el país. Lea la entrevista completa en la nueva edición de El Mercurio. (Emol)