El Gobierno anunció que el obispo Eduardo Durán dejó de ser el representante protocolar de la iglesia evangélica a partir de este mes.
Según confirmaron a Emol desde la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR), del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), se designó en el cargo al obispo Jorge Méndez Jara.
«Estos cargos son facultad exclusiva presidencial y buscan representar de la mejor manera la diversidad existente en las iglesias evangélicas, razón por la cual los nombramientos se han considerado en forma anual», explican en la ONAR.
«El cambio se enmarca en el término de periodo del anterior representante protocolar y se extenderá hasta abril de 2020, plazo en el que se designará un nuevo Obispo para el cargo», informaron. La nueva nominación fue oficializada a través del decreto 517 al que tuvo acceso este medio, fechado el 11 de abril de este año, firmado por el ministro Gonzalo Blumel y dirigido a todo el gabinete.
Ahí se explicita que que la comunicación tiene el propósito «de que sea comunicado en forma oficial y considerando protocolarmente, en la realización de actividades y relaciones protocolares del Gobierno con las distintas religiosas».
Durán ejerció este cargo según lo establecido entre abril de 2018 y abril de este año y su salida se da justo en medio de la crisis que lo tiene como protagonista al ser investigado por el delito de lavado de activos y cuestionado entre sus feligreses al anunciar su divorcio y un nuevo matrimonio.
De hecho desde la Primera Iglesia Metodista de Chile se está revisando que él deje de ser el líder de esa comunidad. Desde La Moneda aclararon de todos modos que el representante protocolar se mantiene en el cargo solo por un año, por lo que correspondía su renovación y no tiene que ver con los últimos acontecimientos que afectan al obispo. De hecho ya estaba definido con anterioridad.
La función del representante protocolar, de acuerdo al Decreto N°171 del Ministerio de Relaciones Exteriores, implica la presencia en los actos públicos y ceremonias oficiales, y por lo tanto, se circunscriben a una representación estrictamente protocolar. (Emol)
