Por medio de la Cámara de Diputados el gobierno finalmente ingresó el proyecto de ley que busca poner fin a las preexistencias de salud y la “cautividad” de usuarios dentro de una isapre, tal como había quedado comprometido en el marco de la discusión de la ley corta de isapres, cuando se estableció que se debían ingresar varios proyectos tendientes a reformar el sistema sanitario, uno de los cuales tenía que apuntar a la eliminación de preexistencias, discriminaciones por edad y sexo, y contemplando mecanismos que permitan su viabilidad.
Y así, con una ley de 247 artículos y otros cuatro transitorios, el Ejecutivo cumplió y presentó la iniciativa, que ahora deberá someterse a una discusión que desde ya se anuncia compleja.
Esto porque en la víspera del ingreso el Comité de Expertos convocado por el Senado había recomendado, entre otras cosas, incluir un fondo de compensación entre isapres, lo que se intuía podría haberse abarcado en el presente proyecto, toda vez que refiere a las isapres (las otras iniciativas apuntarán a fortalecer Fonasa, la Superintendencia de Salud y reformular las licencias médicas).
En palabras simples, el fondo funciona recolectando el dinero de los planes y redistribuyéndolo, de manera que aquellas aseguradoras que atiendan a pacientes más enfermos (y por lo tanto más costosos) reciban un apoyo financiero. Esto reduce el incentivo de las isapres para seleccionar solo a personas saludables, pero por ahora no fue considerado, tal como lo clamaba un sector del oficialismo.
Dentro de los objetivos del proyecto se explicita el poner fin a la tabla de factores definiendo una tarifa plana para el sistema de salud privado. “Para dejar atrás un sistema en donde las personas pagan una prima que tenga relación con su riesgo, es fundamental la adopción de una tarificación plana. De esta manera se mancomunan los riesgos entre todos quienes paguen la prima”, dice el escrito.
Sobre las preexistencias dice que también conlleva a “prohibir a las isapres la posibilidad de negar la afiliación, de requerir que la persona cotizante y sus beneficiarios informen condiciones de salud preexistentes; o de establecer exclusiones o periodos de carencia no incluidos en el decreto que define el contenido del plan común”.
Asimismo, aborda la necesidad de crear un plan común de salud. “Crear un plan común con tarifa plana, en lugar de permitir la coexistencia de múltiples planes con tarifa plana es fundamental para evitar la selección y segmentación de riegos por parte de las isapres y los comportamientos oportunistas por parte de las personas (…) esta iniciativa legal propone la creación de un plan común de salud como producto único y comparable que pueden ofrecer las isapres, prohibiéndoles ofrecer planes alternativos a este. Con ello, las isapres competirán entre ellas por precio y por la red de prestadores que incluyan en su oferta”.
Para lo anterior, el proyecto establece que esos planes deben considerar prestaciones, cobertura financiera, red de prestadores y precio. “El proyecto propone que las prestaciones del plan común sean definidas través de un decreto supremo expedido a través del Ministerio de Salud, suscrito también por la o el Ministerio de Hacienda”.
Por otra parte, se propone excluir los beneficios adicionales al plan común de salud. “Así, se evita que persistan espacios propicios para la discriminación dentro de la seguridad social. Con ello se establece una clara señal que en materia de salud el mercado puede seguir operando, pero por fuera de la seguridad social y no con cargo a la cotización legal en salud”, se lee.
Como quinto objetivo se establece el deber de las isapres de contar con un reaseguro. ¿Qué significa esto? “Como mecanismo para desincentivar la selección de riesgos, el proyecto contempla la obligación para cada isapre de contratar un reaseguramiento que la cubra ante aquellos riesgos atribuibles a un mayor gasto en prestaciones correspondientes al plan común de salud, según determine la Superintendencia de Salud cada cinco años mediante circular, previa consulta a la Comisión para el Mercado Financiero”.
En esa línea el proyecto también formaliza la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC), un beneficio que actualmente ofrecen las isapres para cubrir gastos catastróficos en salud.
Finalmente, se propone establecer los cambios con gradualidad. “Por ello es que la presente iniciativa considera que el plan común de salud entre en vigencia sin obligar a las actuales personas afiliadas a alguna isapre a poner término a sus planes y migrar al nuevo régimen. No obstante ello, con la entrada en vigencia del plan común de salud se terminará con la práctica de requerir la suscripción de una declaración de salud y con la tarificación en base al riesgo individual de las personas”. (La Tercera)