La administración del presidente estadounidense Donald Trump planea finalizar los fondos para la Estación Espacial Internacional (EEI) y convertirla en unaempresa comercial autosuficiente, según un documento de la NASA al que tuvo acceso el diario The Washington Post.
El documento interno de la agencia del gobierno de Estados Unidos responsable del programa espacial civil, sugiere que aunque el dinero federal directo podría terminar para 2024, la Casa Blanca no tiene la intención de abandonar por completo el laboratorio en órbita y está trabajando en un plan de transición que podría llevar la estación al sector privado.
«La decisión de poner fin al apoyo federal directo para la EEI en 2025 no implica que la plataforma en sí se desvíe en ese momento; es posible que la industria continúe operando ciertos elementos o capacidades de la EEI como parte de una futura plataforma comercial«, dice el texto, según el rotativo estadounidense.
«La NASA ampliará las alianzas internacionales y comerciales en los próximos siete años con el fin de garantizar el acceso humano continuo y la presencia en la órbita baja de la Tierra«, precisa el reporte de la agencia.
En su solicitud de presupuesto, que será publicado este lunes, la administración solicitaría 150 millones de dólares en el año fiscal 2019, que aumentarán en los años siguientes, «para permitir el desarrollo y la maduración de las entidades comerciales y capacidades que aseguren que los sucesores comerciales a la EII – incluyendo potencialmente elementos del EII: están operativos cuando se necesitan».
El documento interno de la NASA, indica The Washington Post, tiene escasos detalles sobre cómo funcionaría la privatización de la estación, pero como un plan de transición, la Casa Blanca informó que «solicitará análisis de mercado y planes comerciales del sector comercial y solicitará planes a la industria comercial».
De esta forma, la transición de la estación sería otro paso audaz para que la NASA entregue el acceso a lo que se conoce como órbita terrestre baja al sector privado -los primeros pasos fueron dados por la gestión de George W. Bush al externalizar los vuelos de suministro de carga a SpaceX y Orbital ATK y extendido por Barack Obama para autronautas- para que la agencia espacial pueda enfocar sus recursos en explorar el espacio profundo.
Ahora, la administración Trump quiere impulsar esa asociación público-privada aún más, para alentar «el surgimiento de un ambiente en (órbita terrestre baja) donde la NASA es uno de los muchos clientes de una empresa no gubernamental operada y operada por vuelos espaciales humanos, mientras que proporcionando una transición suave e ininterrumpida «, dice el documento. (Cooperativa EFE)
