La activa serie de reuniones sostenidas a lo largo del mes pasado entre representantes de las clínicas e isapres con todo el espectro de autoridades del sector salud -desde la ministra María Begoña Yarza hasta el superintendente del sector, Víctor Torres- como también el ministro de Hacienda Mario Marcel, están teniendo los primeros efectos.
En un escenario que se perfila diferente al que imperó en el primer semestre de ese año con repetidas críticas desde el sector privado a la falta de contactos y de recepción de sus planteamientos en medio de una severa crisis, julio se convirtió en el mes de mayor contacto con el actual Gobierno.
Y uno de los primeros resultados apunta a encontrar soluciones a uno de los principales problemas que afecta a los prestadores privados: el atraso en el pago de las prestaciones a pacientes derivados desde el sector público.
A fines del primer semestre, la deuda de los servicios de salud del Estado por este concepto ascendía a $ 300 mil millones, cifra en torno a US$ 345 millones que es cercana a los US$ 350 millones por el pago pendiente de prestaciones médicas con las isapres (que subió a unos US$ 540 millones a mayo), todo lo cual representa la principal amenaza para la estabilidad financiera de las clínicas.
El problema fue uno de los temas centrales tratados en la reunión sostenida el 25 de julio pasado entre personeros del Minsal, encabezados por la titular de esa cartera, y representantes de Clínicas de Chile, ya que la instancia abordó el “modelo de pago de prestaciones realizadas por prestadores privados” apuntando la búsqueda de alternativas.
Y el encuentro arrojó señales positivas en ese objetivo, ya que del análisis y contraste de propuestas surgió finalmente un camino que aparece viable en el corto plazo: sustituir el actual esquema en el cual cada servicio de salud gestiona las obligaciones financieras originadas en la derivación de pacientes a las clínicas privadas, para así dar paso a un manejo centralizado en Fonasa.
IMPLICANCIAS DEL CAMBIO
Una medida en esta línea, según señalaron distintas fuentes consultadas, implicaría en lo básico volver al esquema vigente hasta hace cuatro años y es vista como una solución para ordenar y dar una mayor agilidad a la realización de los pagos a los prestadores privados, ya que estos retrasos –sumados a la creciente deuda que acumulan las isapres- vienen complicando cada vez más la sostenibilidad financiera de la industria.
De acuerdo a conocedores del encuentro realizado la semana pasada, este planteamiento que las clínicas habían venido sosteniendo en el último tiempo fue bien valorado por las autoridades del Ministerio de Salud, al punto que –señalan- estas últimas se manifestaron partidarias de analizarlo desde una valoración positiva respecto de su conveniencia en el actual escenario del sector.
La impresión preliminar entre los prestadores privados es que el hecho de que Fonasa asuma un rol tutelar será fundamental para avanzar en una activación del flujo de recursos para el pago de las atenciones a pacientes derivados desde el sector público, y así avanzar en ir normalizando prácticamente la mitad de la deuda que tiene pendiente resolver la industria.
El peso que tienen las prestaciones otorgadas a pacientes del sector público para las clínicas se refleja en que el 52% de las personas atendidas corresponden a beneficiarios de Fonasa, y que la incidencia es mayor para las entidades privadas que se enfocan en pacientes de ingresos medios y presentes en regiones.
ISAPRES Y MINSAL RETOMARON DIÁLOGO
Otra señal que apunta a un cambio de ambiente en las tensas relaciones que sostenían las autoridades de salud y los gremios que representan al sector privado, tuvo lugar en la tarde de ayer con la realización de un encuentro entre la plana mayor de esa cartera y la Asociación de Isapres.
La reunión -que se llevó a cabo por vía remota- anticipó la cita que estaba agendada para el próximo 18 de agosto, y representa un giro en la dinámica que habían sostenido ambos sectores en las últimas semanas. Esto luego de que el jueves pasado el gremio dio a conocer que el Minsal había aplazado por tercera vez el cónclave que venían solicitando insistentemente desde el pasado 7 de junio con el objetivo de “exponer con claridad las complejas cifras del sector y los difíciles escenarios que se aproximan” a la titular del Minsal María Begoña Yarza.
En las vísperas de la reunión entre la cúpula del Ministerio de Salud y la Asociación de Isapres (que seguía en curso al cierre de esta edición) trascendió que como resultado de la serie de encuentros entre representantes de los sectores asegurador y prestador privados -tanto gremios como de manera individual- con las autoridades de la cartera, se fue dando forma a una iniciativa propuesta por la ministra Yarza en la línea de constituir una mesa de trabajo con la participación de las entidades que agrupan a las isapres y a las clínicas.
Cabe señalar que un antecedente relevante para el acercamiento concretado ayer fue la reunión entre gremio encabezado por Gonzalo Simón -y los gerentes generales de las isapres Cruz Blanca (Jesús Gómez Del Río), Consalud (Rodrigo Medel) y Vida Tres (Aldo Gaggero)- con el ministro de Hacienda Mario Marcel el viernes pasado en las dependencias de esa cartera.
Por su parte, también ha tenido un rol activo el superintendente de Salud Víctor Torres, quien en las últimas semanas recibió a ejecutivos de las isapres Colmena y Cruz Blanca, a la plana mayor de Clínica Alemana y a representantes del Colegio Médico. (DF)
