El expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina fue condenado este miércoles a 16 años de prisión por corrupción.
Su compañera de fórmula, la exvicepresidenta Roxana Baldetti, recibió la misma condena.
Pérez Molina y Baldetti fueron hallados culpables de los delitos de asociación ilícita y defraudación aduanera, por los que la justicia guatemalteca les dio una pena de 8 años de cárcel por cada uno.
El binomio presidencial era investigado por un tercer cargo, de enriquecimiento ilícito, que no pudo ser probado por lo que fueron absueltos de ese delito.
«Es una mentira. Yo no lo hice. Me siento decepcionado después de siete años esperando esto y escuchar esta sentencia», dijo Pérez Molina a periodistas después de escuchar el fallo del tribunal.
Pérez Molina, un general retirado de 72 años, comenzó su mandato en 2012, pero debió renunciar el 2 de septiembre de 2015 ante fuertes protestas callejeras desatadas por las acusaciones de corrupción.
Desde entonces ambos estaban en prisión preventiva, aguardando sentencia.
EL CASO LA LÍNEA
El caso, que implicaba el cobro de sobornos a importadores para que recibieran reducciones de impuestos, es conocido como La Línea y fue investigado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, instalada en el país por la ONU.
Esa comisión fue disuelta en 2019 por el expresidente Jimmy Morales cuando lo comenzaron a investigar a él.
«Teniendo la oportunidad de hacer un trabajo digno y responder con fidelidad a la Constitución política, se desviaron de su deber para recibir sobornos», declaró la jueza Jeannette Valdés.
El tribunal les impuso, además, el pago de una multa de 8,7 millones de quetzales (US$1,1 millones).
La Fiscalía había pedido 30 años de prisión y una multa de unos US$9,3 millones para ambos.
Baldetti, a su vez, fue condenada en 2018 a 15 años de prisión por integrar una estructura criminal para obtener de forma ilegal el saneamiento del lago Amatitlán, con el que se estafó al estado por casi 23 millones de quetzales. (BBC Mundo)