Guido Girardi: “El cobre ha sido una droga para Chile”

Guido Girardi: “El cobre ha sido una droga para Chile”

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El senador Guido Girardi está en una particular cruzada: busca remecer al país y movilizarlo en torno a los temas que marcan la discusión en el mundo, pero que en Chile no han logrado permear en la sociedad y, menos, transformarse en políticas públicas.

Está entusiasta frente al próximo Congreso del Futuro, pero reconoce que el país está estancado en una zona de confort y perdiendo la capacidad de anticipación.“Chile necesita un shock terapéutico y perder el miedo a conversar del futuro”, argumenta.

Advierte que “los países que son rehenes de los recursos naturales y que no tienen hambre, muchas veces se quedan en esa área de comodidad. Y el cobre, que ha sido muy importante, ha sido también una droga. El siglo XXI es el siglo de los datos y del conocimiento y Chile tiene un enorme potencial en el territorio”.

-¿Usted se refiere a los laboratorios naturales como el desierto y la Antártica?

-Tenemos el desierto de Atacama para generar energía solar y transformarnos en una potencia mundial, podríamos entregar al mundo energía solar con costo marginal cero y llegar a un precio de US$ 10 MW/hr., junto con desarrollar tecnologías, porque no es lo mismo una célula fotovoltaica en Chile, que en El Sahara. Pero para eso hay que formar doctores, técnicos y usar el desierto.

Otro ejemplo es el litio. China va a hacer 5 millones de autos eléctricos, vienen a Chile, compran litio y no nos damos cuenta que este un tema estratégico del futuro. Hoy el litio es un negocio de US$ 1.000 millones y en pocos años va a ser de US$ 500 mil millones y Chile hoy produce litio a granel, como el concentrado de cobre. Si lo produjera a grado batería, o sea, con un poco de valor agregado vale de inmediato seis veces más y con tecnología más compleja el valor se multiplica por cien.

-¿Chile está perdiendo oportunidades por la falta de un proyecto país?

-No hay una visión compartida del futuro, y esta se debe construir sobre la vocación de uso de territorio. Chile tiene una geografía que está -casualmente- conectada con el siglo XXI, el desierto de Atacama, con el potencial de energía solar, la ciencia está enfocada a buscar vida en otros planetas y Chile tiene la ventana a al universo más importante, y ¿cuántos técnicos está formando? Nada, no somos capaces ni de hacer un tornillo para un telescopio. La vocación de los usos del territorio define el proyecto país. Cada territorio tiene que definir con sus científicos, universidades, emprendedores y sus privados, una vocación que defina qué institucionalidad requiere, qué recursos y qué educación. ¿Se tiene que dar la misma educación a un niño o joven de Atacama que a uno del ecosistema sub antártico?

En Chile no se ha discutido un proyecto país. Y cuando se habla en esta dirección es para debatir programas de gobierno y eso no sirve. Y me preocupa porque estamos perdiendo oportunidades. Por eso, le propuse a los rectores Ennio Vivaldi, Ignacio Sánchez y Manuel Zolezzi armar en 2017 un concurso de ideas para Chile en el que participen jóvenes que estén realizando magister y doctorado, que propongan soluciones para problemas o desafíos, de manera de crear un banco de ideas altruista, es decir, que cualquiera las pueda usar.

-¿Está impulsando algún proyecto de ley para avanzar en este ámbito?

-En China me reuní con representantes de la región que tiene más estudiantes para entender cómo pasaron de ser copistas a innovadores. Hicieron políticas de Estado y una ley que me enviaron. Tomé la ley americana de innovación y desarrollo, y mirando las dos experiencias le propuse al director del Inapi, Maximiliano Santa Cruz, armar una propuesta de ley marco para impulsar innovaciones concretas que sean patentables. Chile tiene una ciencia maravillosa, pero falta patentar. En marzo vamos a tener un borrador que entregaremos a distintas instituciones para discutirlo en un proceso colaborativo.

-Chile destina un 0,35% del PIB a I+D, ¿cuánto debiera invertir?

-Un 0,35% de producto destinado a la ciencia es una condena al pasado, no hay una visión ni voluntad de entender el mundo. Los países potentes hoy entienden que tienen que invertir un 4% del PIB. El promedio OCDE es 2,7% y Argentina invierte 1%. Mi expectativa totalmente frustrada es que en el gobierno de la Presidenta Bachelet hubiéramos llegado a un punto del PIB, eso ya era una señal. Porque esto no es solo los recursos, es la señal de lo relevante que tiene para la sociedad las ciencias básicas, las ciencias aplicadas.

-¿Y qué pasó? ¿La crisis económica?

-No, culpo a la falta de visión de nuestras autoridades. Y me hago cargo porque es mi gobierno, se lo podría decir a Piñera también, pero que el mundo progresista devenga en el carcelero de Chile y los más conservadores del punto de vista de su visión respecto del futuro a, mí me entristece. Si miro el presupuesto de este país es de la edad media, para volver a la historia del salitre, que no tiene nada que ver con nosotros. (DF)

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