Tras una extensa y compleja tramitación, el gobierno logró despachar ayer desde el Congreso los dos proyectos emblema de su agenda de probidad: el de partidos políticos y el de fortalecimiento de la democracia.
“Lo que habíamos expresado como una esperanza, que hubiera un espíritu de unidad, se ha materializado, y eso nos llena de optimismo en este fin de año legislativo”, comentó el ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre.
Así, con este objetivo cumplido, a partir de que ambas iniciativas sean promulgadas se obligará a las colectividades y a los candidatos a cumplir nuevas exigencias, como no recibir aportes reservados o de empresas. Y vulnerar esas reglas podría provocar, incluso, penas de cárcel o la pérdida de los cargos.
A cambio, los partidos accederán a un nuevo sistema de financiamiento estatal, que comenzará a regir 15 días después de promulgada la ley de fortalecimiento de la democracia. En el gobierno estiman que la fecha de inicio del nuevo sistema podría ser a comienzos de abril.
A partir de ese momento, el Estado comenzará a distribuir poco más de $6 mil millones anuales -cifra incluida por el gobierno en el informe financiero del proyecto- entre todos los partidos que estén legalmente constituidos (de acuerdo al Servel, actualmente existen 14) y que vayan cumpliendo con las nuevas exigencias.
Entre otras cosas, esto implicará que para recibir los recursos, las colectividades deberán refichar a sus militantes en un plazo de 12 meses desde promulgada la ley, y los partidos emergentes deberán estar constituidos en tres regiones contiguas o en ocho a lo largo del país.
El financiamiento será otorgado trimestralmente, a través del Servel. Y el pago será retroactivo, por lo que también se contemplará el primer trimestre de este año.
La distribución de los recursos estatales tendrá dos modalidades: un 20% del total -es decir, unos $1.200 millones- corresponderá a un aporte basal, que se repartirá linealmente entre todos los partidos constituidos, independiente de su representación parlamentaria o de los votos logrados en la última elección.
Sin embargo, sí se considerará el número de regiones en que la colectividad esté constituida. Por ejemplo, un partido inscrito sólo en tres regiones, recibirá la mitad de los recursos que uno que esté constituido en seis. Y aquellas colectividades con presencia en todo el país contarán con un puntaje adicional.
El resto del fondo -alrededor de $4.800 millones- se distribuirá proporcionalmente entre las colectividades que tengan representación parlamentaria, de acuerdo a los votos que hayan obtenido en la última elección de diputados.
De acuerdo a una estimación realizada por este diario, en base a la información del Servel y del informe financiero del gobierno, y según los últimos comicios de 2013, la UDI sería el partido que recibirá más recursos: unos $1.246 millones en 2016, considerando las dos modalidades de aportes.
El sistema se financiará este primer año con fondos de la partida 05 del Ministerio del Interior y de la partida 50 del Tesoro Público. Desde el próximo año, se hará a través de la Ley de Presupuesto.
APORTES PARA CAMPAÑAS
Este sistema de aportes estatales permanentes a los partidos políticos se sumará al que actualmente existe para ayudar a financiar campañas con fondos públicos.
Para este año está proyectado que la ayuda estatal a los candidatos (fondos que reciben los postulantes a distintas campañas por concepto de anticipos y reembolsos de sus gastos electorales, lo que se calcula en base al número de votos obtenidos) ascienda a $4.000 millones. Para el próximo año, se estima que se destinen alrededor de $7.600 millones.
LARRAÍN Y LA UDI
El timonel de la UDI, Hernán Larraín, se refirió a la nueva Ley de Partidos Políticos despachada por el Congreso que permitirá a la UDI recibir más de mil millones de aporte estatal en 2016.
Al respecto, Larraín indicó que «la UDI es el partido que obtuvo más votos en las últimas elecciones a diputados, y como ese es el criterio por el cual se distribuyen los fondos, sabíamos que íbamos a salir favorecidos. Así es la democracia, el que saca más votos, tiene más recursos».
En esta línea, el senador gremailista señaló que «es una buena noticia. Hoy día se acabaron los aportes de empresas o del sector privado, como ha sido en los últimos años. Por lo tanto hemos tenido muchas dificultades para sustentar el partido recurriendo a parlamentarios, alcaldes, concejales, cores, que son los que hemos estado sosteniendo las finanzas del partido».
«Si no hay aporte privado, tiene que haber apoyo público porque de lo contrario la política no funciona. Me alegro que haya ese apoyo, pero espero que esas platas, y lo vamos hacer así, sean lo más transparente posible. Que se sepa en qué se gasta cada uno de los pesos que cada partido va a disponer, que se fiscalice y quien se salga de la línea reciba las sanciones correspondientes”, culminó.