Pablo Halpern, ex director de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) durante el gobierno de Eduardo Frei, lanzó una dura crítica a la administración de Michelle Bachelet. A su juicio la baja popularidad de su gobierno se debe a que existe «sordera y la falta de adaptabilidad» según dice en entrevista con La Tercera.
Halpern cree que el gobierno «No escucha a las encuestas, no escucha a las facciones más centristas de su propia coalición, no escucha a los empresarios, no escucha a los dirigentes de las pymes, no escucha a los padres que defienden la libertad de elegir la educación de sus hijos», asegura.
Paralelamente afirma que «a esto se agrega una confusión en las señales. No hay relación entre lo que el gobierno dice y lo que hace. En el discurso aparecen la gradualidad, los acuerdos, el diálogo. Pero la realidad es que el programa sigue siendo la piedra filosofal de la Presidenta, y no tiene la menor intención de apartarse de él. El resto son solo palabras», dice.
Por otro lado, Halpern asegura que los rumores sobre el estado de salud de la Presidenta son «miserables» y «absurdos» los trascendidos en referencia a una posible renuncia. «Estos rumores son francamente miserables, pero cuando la Presidenta los comenta incurre en un error. Estaban circunscritos a un micro segmento de la opinión pública. Su reacción les aumentó la visibilidad, la puso a la defensiva, y como tiene bajos niveles de confianza y de adhesión, no se le da el beneficio de la duda. En cualquier escenario reputacional adverso, lo que ayuda es sacar rápidamente los cuestionamientos de la agenda y no mantenerlos, que es lo que ella hace cuando intenta desmentirlos», aconsejó.
En este sentido, Halpern no cree que el trato de la opinión pública a Bachelet sea peor que el que se le dio a Piñera. «Tampoco creo que el trato que se le está dando sería distinto si fuera hombre. A Piñera lo trataron muy mal cuando su popularidad empezó a declinar. Los chistes y las caricaturas eran brutales. Aquí no hay femicidio político, como tampoco veo una operación destinada a desestabilizarla. El gobierno se desestabiliza solo, al insistir de manera pertinaz en un programa que fracasó en lo técnico y en lo político, y que no cuenta con el apoyo ciudadano. Un solo ejemplo: la reforma tributaria derivó en 50 circulares aclaratorias. No fueron suficientes. Ahora hay que hacer un proyecto de ley para repararla. El nivel de irresponsabilidad e incompetencia ha sido inaudito», afirmó.