Continúa escalando la polémica en torno a la desvinculación de Isabel Amor como directora de Sernameg Los Ríos, cargo en el que estuvo 48 horas antes de ser desvinculada por «razones de confianza».
Esto, ha llevado a que paulatinamente se conozcan distintas razones por las que la activista habría perdido el puesto al que accedió por Alta Dirección Pública.
Amor, tras su despido, atribuyó su salida a ser hija de Manuel Amor, ex militar condenado por delitos de encubridor de torturas durante la dictadura, pero desde Sernameg respondieron que la razón apuntaba a «sucesivas omisiones de información relevante y acciones por parte de esta profesional».
Entre las razones esgrimidas por el servicio, estuvo el borrador de una entrevista a El Mercurio que la misma Amor envió a su jefatura, en sus palabras, para recibir asesoría pues se trataba de un tema delicado. Sernameg afirmó sobre esto que en la entrevista «relativiza la responsabilidad de su padre, pese a existir una condena por violación de derechos humanos».
Sobre este tema, Amor dijo esta mañana a Radio Cooperativa que se trata de una entrevista que ella dio en «junio o julio, que tenía que ver con ser defensora de derechos humanos y tener un padre condenado con motivo de derechos humanos, era una historia humana. Como trata temas difíciles, para mi era importante que lo revisaran (…) yo di la entrevista con dos condiciones; uno, que lo pudiese tener antes; dos, tener derecho a veto».
Amor afirma en esa línea que una vez que desde el servicio le confirman que había quedado en el cargo, «yo les dije que tengo un padre condenado, no tengo ninguna duda de mi posición al respecto, yo no avalo ninguna violación a los derechos humanos, independiente de quién las haya cometido, si es o no pariente mío, tengo una carrera profesional que avala estas palabras y tengo una entrevista comprometida al diario El Mercurio, que ya di, y que yo no he visto el borrador».
La entrevista no se publicó, «hasta el lunes, que Priscila (Carrasco) me despide, en una llamada de cuatro minutos por WhatsApp, y me llama el periodista justo después, diciendo que la entrevista se baja. Yo le digo, ‘me acaban de despedir’, saca la entrevista», dijo Amor.
Consultada por la parte que justificaría la «pérdida de confianza», Amor dijo no saberlo, «habría que preguntarle a la ministra (Antonia Orellana) o a Priscila». Eso sí, dijo estar al tanto de que se filtró una parte de la entrevista en cuestión a otro medio, «y las partes que filtraron no sé cómo tendrían que ver con la falta de confianza«.
«Y salió la ministra enojadísima porque yo lo había editado. ¿Ustedes creen que yo tengo el poder de editar una entrevista? Yo no tengo ese poder, los periodistas no permiten que uno haga eso», acotó.
Consultada por qué no da a conocer el borrador para zanjar el tema, Amor argumentó que «el borrador lo tiene El Mercurio; segundo, porque no te pueden despedir por un borrador, porque no es una entrevista, el énfasis no puede ser el borrador«.
CASO MACAYA
Consultada por los comentarios que apuntan a que existen similitudes con el caso Macaya, Amor lo descartó tajantemente: «me parece que es comparar peras con manzanas. Yo no soy un senador de la República, no he dado ninguna declaración pública en mi calidad de autoridad regional que hable de mi padre, yo no relativizo absolutamente nada en relación a la condena, mi papá fue condenado por motivos que son los mismos que él me comentó, como encubridor».
«Si mi padre me dice, mira, esto es lo que pasó, va a la justicia, y le dicen ‘sí, esto es lo que pasó’, y la justicia vuelve con una condena donde dice lo mismo, ¿qué posibilidades tengo de relativizar algo?, ¿qué voluntad tengo yo de relativizar algo, independiente si fuera o no mi padre, con una historia como defensora de derechos humanos».
En esa línea, cuestionó que «a mí, en internet me están tratando de negacionista, de torturadora, me están diciendo cuestiones horrorosas cuando no se condicen; es súper injusto».
«ESTÁN SIENDO BIEN MATONAS»
De acuerdo a Amor, fue Priscila Carrasco, la directora Nacional de Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg) quien la despidió, con argumentos que, a su juicio, «son bien débiles».
Lo hicieron verbalmente por llamado telefónico y después me mandaron un mail al correo institucional. Después, entiendo que por presión de redes sociales y porque los medios han tomado esto, (ella) dice que yo oculté información. Los procesos de Alta Dirección Pública son de un nivel de escrutinio brutal, son agotadores. Después dijo que yo no había dicho que mi padre estaba en esta situación legal. Eso es materia conocida, está en internet», dijo Amor.
Respecto a las versiones que apuntan a que la exdirectora no quiso reunirse con personas del Ministerio de la Mujer, Amor dijo que «ella (Priscila) lo planteó, y están siendo bien matonas en su manejo, es lo que más rabia me da, por eso tengo más ganas de salir a dar la cara«.
Según su versión, la directora nacional la llamó el jueves para reunirse en la sede regional del Sernameg, donde estaría presente el fiscal regional, instancia donde le explicaría «lo que significa la pérdida de confianza, en ese tono, no en tono de ‘conversemos’, veamos como bajamos a esto, tratemos de controlar del problema. A las 7 de la tarde, fuera del horario laboral, iba a estar ella, el fiscal, y yo sola. Bajo ningún punto de vista. Mi abogado dijo que me iban a hacer una emboscada«.
ACCIONES LEGALES Y EL ROL DE BORIC
Estos días, Amor ya había anunciado acciones legales, las que según precisó hoy, avanzarán si es que «el ministerio o el Gobierno no logran dar con responsables y pedir disculpas».
«Me parece bien impresionante e impresentable que la ministra diga que si yo tomo acciones legales ella va a mostrar el borrador. Me da la impresión que ella no quiere que llegue a las acciones legales, y me pregunto por qué«, dijo Amor.
Consultada por si espera que el Presidente Gabriel Boric intervenga, la exdirectora sostuvo que «honestamente, yo esperaría que no sea el Presidente el que se tenga que hacer cargo de esto. Él es el Presidente de la República y uno podría asumir que tiene cosas más importantes que hacer, pero sí espero que alguien que tenga la capacidad de controlar esto, lo controle, y esa persona no está siendo la ministra Orellana, y por cierto, no está siendo Priscilla Carrasco«.(Emol)
