Este lunes, a las 13.30, el senador Ignacio Walker dejará oficialmente la presidencia de la Democracia Cristiana durante una ceremonia ante el consejo nacional de la colectividad. Tras casi cinco años en el cargo, será reemplazado por Jorge Pizarro.
Un encuentro más festivo y menos solemne asociado al cambio de mando falangista se realizará, sin embargo, el jueves 7 de mayo, cuando en el departamento de Walker se reúnan la saliente directiva con la mesa recién electa. Todo esto en medio de los hechos que vinculan a los hijos de Pizarro con la arista SQM del caso Penta, lo que derivó en la renuncia del diputado Fuad Chahín a ejercer la primera vicepresidencia de la colectividad.
Cerrado el capítulo como presidente de la DC, el senador, sin embargo, intentará abrir otro: iniciará un proceso de evaluación respecto de una posible candidatura presidencial, de cara a las elecciones 2017, según informa La Tercera.
Para ello, a contar de la segunda semana de mayo, Walker tiene programado desarrollar una nutrida agenda de actividades. Esta incluye giras a regiones y la apuesta por perfilarse en su labor legislativa, especialmente durante la tramitación de la reforma educacional.
El 15 de mayo -y hasta el domingo 17- iniciará un recorrido por el sur para -explican sus cercanos- “agradecer a los camaradas y escuchar a la gente”. La primera parada incluirá Chiloé, Puerto Montt y Osorno. Luego vendrán las otras regiones del país.
En paralelo, también continuará con sus clases de Historia a alumnos de octavo básico de un colegio de la Región de Valparaíso.
En julio, en tanto, tiene previsto trasladarse hasta Sao Paulo, Brasil, a exponer sobre relaciones exteriores, invitado por el ex Presidente Fernando Henrique Cardoso.
Durante ese período, también lanzará el libro La DC que queremos, el Chile que soñamos, cuyo prólogo escribió el ex Presidente Patricio Aylwin.
Mirando hacia el 2016 -año de elecciones municipales, las que la DC espera enfrentar con un precandidato a La Moneda ya definido-, Walker se instalará en la presidencia de la Comisión de Educación del Senado. Desde ese cargo, también apuesta a potenciar liderazgos.
De acuerdo al timing del gobierno y el oficialismo, será en 2016 cuando se termine de legislar la reforma educacional. De igual manera, se deberán revisar eventuales modificaciones a lo ya aprobado en 2014 y este año.
Es así que Walker espera retomar el protagonismo que tuvo durante la tramitación de la primera parte de la reforma, que incorporó el fin al lucro, la selección y el copago en colegios subvencionados, y que lo llevó a rivalizar con La Moneda y parte importante de la Nueva Mayoría, en lo que muchos interpretaron como un intento por perfilar los principios de la DC.
Con todo, una de las batallas que deberá dar Walker es contra las encuestas. Tanto en la CEP de julio de 2014 como en la de noviembre, el senador no logró capitalizar su arremetida educacional.
A mediados del año pasado registró un 24% de evaluación positiva, 20 puntos menos que otros presidenciables, como Andrés Velasco y Marco Enríquez-Ominami. Al cerrar 2014, si bien subió a 29% de valoración, igual siguió mirando a distancia al ex abanderado del PRO y al ex ministro de Hacienda, eventuales contendores en la carrera presidencial de 2017.