Estudio de impacto ambiental de la firma, para la tramitación de un proyecto, exhibe que varios metales y minerales presentes en el agua superan los límites que impone la normativa. En paralelo, la SMA avanza en su investigación para determinar si la contaminación se debe a la construcción del proyecto Alto Maipo.
En medio de las dudas que han surgido sobre si la construcción del polémico proyecto hidroeléctrico Alto Maipo está generando contaminación del Río Maipo, la empresa Aguas Andinas emitió dos informes donde exhibe que en las aguas del caudal hay varios minerales y metales que sobrepasan la normativa chilena.
El 31 de agosto pasado, la compañía sanitaria controlada por el grupo español Agbar ingresó a tramitación ambiental el proyecto “Estanques de Reserva de Agua para Consumo Humano, Región Metropolitana”. La iniciativa, que contempla una inversión de US$ 85 millones, consiste en la construcción de seis estanques de reserva de agua cruda que, en total, tendrán una capacidad para almacenar un volumen cercano a 1,5 millón de metros cúbicos (m3). Estos se emplazarán en la comuna de Pirque.
Para ello, la firma presentó un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) donde se incluyó un análisis de la calidad de las aguas del Río Maipo, en zonas cercanas al lugar en el que se desarrollaría el proyecto. Este trabajo se lo encargó a la consultora Soluciones en Gestiones Ambientales (SGA), ligada a Jaime Solari, hermano de presidente del directorio de TVN, Ricardo Solari.
De acuerdo a los documentos, SGA hizo tomas de muestras en tres fechas diferentes, que luego fueron analizadas por un laboratorio certificado, las que arrojaron que diversos minerales y metales presentes en las aguas registran niveles superiores a la normativa 1.333 (de calidad de agua para uso de riego). De todos modos, los niveles variaron por cada fecha en que se tomó la muestra.
Uno de los informes precisa que la primera toma de muestras la realizó el 17 de noviembre de 2015. Respecto a los parámetros químicos, el análisis arrojó que tres de ellos exceden la norma. En el caso del aluminio, la normativa establece que el límite es de 5 miligramos por litro (mg/L), mientras que la muestra exhibió un nivel de 15,2. A su vez, para el hierro la regla fija un máximo de 5 mg/L, en tanto que el informe de Aguas Andinas mostró un nivel de 17,5. El otro caso es el del manganeso, donde se detectó presencia de 0,54 mg/L, sobrepasando el tope de 0,2.
Otro informe compara una toma de muestras realizada el 18 de diciembre de 2015 con otra aplicada el 21 de abril de este año, a pocos días del aluvión que azotó a la Región Metropolitana, en medio del cual Aguas Andinas presentó diversas fallas en sus servicios. De hecho, por este tema el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) inició una mediación colectiva contra la empresa, la cual aún está en desarrollo.
Así, se escogieron tres zonas cercanas al puente El Toyo: una en un sector ubicado aguas arriba, otra en un punto intermedio y otra aguas abajo. Al respecto, en el punto intermedio, los análisis revelaron que en el caso del sulfato, cuyo tope normativo es de 250 mg SO4/L, el nivel de diciembre estuvo bajo el límite (212) y en abril por encima de ella (286). Al contrario, en el caso de la plata (límite de 0,20 mg/L), el último mes de 2015 mostró un nivel superior a la norma (0,433) y el cuarto mes de 2016 por debajo (0,002).
El aluminio, al igual que en el otro informe, sobrepasó el tope normativo (5 mg/L) en ambas ocasiones: 6,19 en diciembre y 41,8 en abril. Lo mismo ocurrió en el caso del hierro. Su límite es de 5 mg/L, mientras que en diciembre reportó 5,03 y en abril 71,6. En tanto, el manganeso también rebasó la norma (0,2 mg7L), mostrando 0,435 en el último mes del año pasado y 1,4 el cuarto mes de este año.
Pese a entregar todos estos antecedentes en el EIA de su proyecto, Aguas Andinas no expuso las razones que explican esta situación. Sin embargo, en una respuesta a Radio Bío Bío la empresa señaló que “estos análisis del agua del río son en el marco del EIA del proyecto construcción de nuevos Estanques de Agua para Santiago y corresponden a un estudio que busca establecer una línea base para asegurar que dicho proyecto no alterará el agua del río Maipo”.
En tanto, Ricardo Irarrázabal, ex director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y ex subsecretario del Ministerio del Medio Ambiente, explicó que podría estar causando la contaminación. “La cuenca del Río Maipo ha sido bastante estudiada, ya que existe una norma de calidad secundaria de dicha cuenca, que es el DS 53 2013 del Ministerio del Medio Ambiente. Se trata de una zona expuesta a antigua actividad volcánica y a actividad minera desde tiempos de la Colonia, lo cual puede explicar en parte los niveles detectados en los muestreos de agua”, dijo Irarrázabal.
GRAVEDAD EN DISCUSIÓN
Los expertos difieren de la gravedad que implican los niveles superiores a la norma que presentaron algunos minerales y metales en el análisis de las aguas del Río Maipo.
“Se aplicó la Norma Chilena oficializada 1333 para riego, la cual en general está dentro de los parámetros, salvo situaciones relacionadas con algunos metales que están fuera de norma”, señaló Irarrázabal, quien actualmente se desempeña como vicedecano de la Faculta de Derecho de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
Una mirada opuesta tiene Manuel Passalacqua, ingeniero civil en geografía y máster en gestión y auditorías ambientales. “Si nos remitimos al concepto propio de contaminación hídrica, la modificación del elemento (agua) genera efectos negativos sobre el consumo humano, la agricultura, la industria, la pesca y las actividades recreativas, así como también para los animales”, sostuvo.
El también director de la Fundación Geute Conservación -que apoya a la Coordinadora por los Ríos del Maipo- agregó que los límites establecidos por las normas deben cumplirse, justamente, para evitar que las situaciones descritas ocurran. “Por lo tanto, cualquier superación de norma implicaría algún efecto crónico o agudo según sea el caso”, explicó.
En este contexto, desde Aguas Andinas descartaron algún efecto en el consumo de agua para las personas. “En lo que se refiere a la calidad del agua potable que suministra la compañía, toda las plantas de producción están acondicionadas para abatir los excesos que se pueden presentar en las fuentes de agua cruda, como lo es en este caso el río Maipo. De esta manera, garantizamos la calidad del agua y el cumplimiento de la norma 409 que rige para el agua potable”, argumentaron.
En línea con esta visión, Irarrázabal indicó que lo relevante de los muestreos tiene relación con la construcción de la línea de base del proyecto, que busca mejorar el abastecimiento de agua para la región cuando existan situaciones de turbiedad. Para esto, precisa, el agua se acumulará en los estanques y luego será tratada en las respectivas plantas de tratamiento.
EL EFECTO ALTO MAIPO
Los resultados de los muestreos encargados por Aguas Andinas, además, reflotan la contaminación de las aguas del Río Maipo que algunos grupos le atribuyen a la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo (PHAM), que actualmente lleva cerca de un 40% de avance. Este es controlado por la firma de capitales estadounidenses AES Gener (60%) y tiene como socio a Antofagasta Minerals (40%), compañía minera del grupo Luksic.
Consultados sobre el tema, desde AES Gener respondieron que “una comparación de los puntos cercanos donde toma muestras PHAM, con las dos muestras de Aguas Andinas, revelan que los resultados no son distintos, sino, absolutamente consistentes con los resultados que PHAM ha registrado e informado a las autoridades a través de sus informes de seguimiento”.
Añadieron que el alto nivel de algunos minerales y metales “es lo que PHAM ha venido sosteniendo en relación a la alta estacionalidad de algunos parámetros que están asociados con minerales de la corteza terrestre, como el Aluminio y el Hierro, que presentan valores altos en los meses de deshielo como diciembre, y relativamente más bajos en épocas de estío, como marzo”. A renglón seguido, descartaron que sea el proyecto el que esté generando esta situación, pues, según ellos, se debe a factores naturales.
Sin embargo, Manuel Passalacqua puso en tela de juicio la versión de AES Gener. Según el ingeniero, durante la etapa de tramitación ambiental la compañía realizó muestreos propios que “concluyeron que las aguas de la cuenca del río Maipo cumplían con las normas citadas anteriormente”. En cambio, agregó, recién este año la empresa comenzó a presentar estudios que explican que la composición química de las rocas y suelos que componen la cuenca del río son factores que generan, de forma natural, que algunos parámetros químicos rebasen las normas establecidas. Por ello, apuntó a una contradicción en el discurso de la firma.
“Esta omisión (inicial) generó que las medidas establecidas en el proceso de evaluación ambiental fueran insuficientes para, primero, generar protocolos de detección temprana de aumentos de concentración de contaminantes, y segundo, que no estudiaron el impacto en la calidad de las aguas considerando esta fluctuación natural”, acusó Passalacqua.
Como sea, la contaminación detectada en el Río Maipo aún no tiene una respuesta definitiva. De hecho, en febrero de este año la Coordinadora No Alto Maipo interpuso un recurso de protección contra el proyecto hidroeléctrico ante la Corte de Apelaciones de San Miguel. Entre otras cosas, la organización acusaba que las obras de su construcción estaban generando contaminación de las aguas aledañas.
En el marco de ese juicio, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), a solicitud de la Corte, emitió un informe a fines de abril en el cual expuso, en base a tres muestreos que tomó cerca del proyecto, que había dos parámetros que superaban la normativa. Por un lado, el hierro, en uno de los muestreos, superaba tanto la norma para el agua de riego como para la de consumo humano. En tanto, el molibdeno sobrepasaba los límites de la regla para el agua de riego en los tres muestreos.
Luego, el 12 de mayo, la Corte acogió, en parte, el recurso y le ordenó a la SMA a que en un plazo de 30 días explicara cuáles eran los factores que estaban provocando la contaminación de las aguas. También le exigió que en caso de detectar indicios de que esto se debía a las obras de Alto Maipo, que suspendiera su construcción.
Ya en junio, la SMA respondió que “a partir de las actividades de fiscalización realizadas a la fecha, las cuales consisten en inspecciones de terreno, toma de muestras y análisis de información, para esta SMA, por el momento, no se han configurado los requisitos que hacen necesaria la adopción de una medida provisional o urgente y transitoria”. Es decir, añadió, “no existe -actualmente- prueba de la existencia de un daño grave e inminente para el medio ambiente o la salud de las personas a causa del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, situación que podría mantenerse o llegar a cambiar en la medida que la investigación avance”.
Hasta el día de hoy la SMA no cierra la investigación, pero se estima que estaría finalizada antes de fin de año.A su vez, la causa judicial también sigue abierta. (Bio Bio)