Una querella por el delito de desórdenes públicos presentó el Gobierno contra los responsables de la publicación del video que mostraba una supuesta bodega de Tierra Amarilla con donaciones privadas para los damnificados de los aluviones, las que eran caratuladas con el logo del Ministerio del Interior para ser entregada como ayuda del Estado.
Quienes resultan responsables se arriesgan a la pena de reclusión menor en su grado mínimo, es decir desde los 61 días hasta los 540 días de reclusión.
El video de 1 minutos y 49 segundos comenzó a circular profusamente en las redes sociales, incluso divulgándose en distintos canales de televisión abierta, y fue grabado por una persona desconocida. En el registro, el sujeto se refiere al Gobierno como «sinvergüenzas y ladrones».
«La mentira lesiona y ofende a los damnificados afectados por el desastre del norte», indicó el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, en tanto el intendente de Atacama, Miguel Vargas, explicó que la situación descrita en el video viralizado por las redes sociales y publicada por los medios de comunicación es absolutamente falsa.
«El centro de acopio y distribución de la localidad de Los Loros corresponde a un recinto ubicado en el Fundo Apachenta, cuya administración fue entregada a la municipalidad de Tierra Amarilla, con resguardo del Ejército, para almacenar y ordenar toda la mercadería adquirida por el Gobierno, para ir en ayuda de los miles de damnificados y albergados de la catástrofe», indicó la autoridad regional.
Según el Gobierno, la querella se funda en que la denuncia puede «generar graves alteraciones al orden público en la región al divulgar a la ciudadanía informaciones falsas e injuriosas contra el Gobierno para generar alarma y afectar la tranquilidad pública».
El Ejecutivo insistió en que hasta la fecha ha adquirido más de 2.500 toneladas de alimentos para ir en ayuda de los afectados por la catástrofe, la que está siendo distribuida en cajas y bolsas con el logo del Gobierno de Chile, «con el fin de evitar que a estas especies se le dé un uso o destino distinto del tenido a la vista en el marco de esta catástrofe». (La Nación)