Una gran visibilidad adquirió en los últimos días el ex presidente Sebastián Piñera. Su participación, el domingo 2 de agosto, en la avant premiere de la película sobre los 33 mineros, los gestos de apoyo que recibió de algunos de los rescatados y su viaje, a mediados de semana, para la difusión del filme en Copiapó, fueron los factores que el propio ex mandatario y su equipo buscaron aprovechar.
La operación en la mina San José, en octubre de 2010, se convirtió en, quizás, el principal hito de su gobierno. Y fue lo que hizo que su nivel de apoyo en las encuestas se disparara por algunos meses. Así, la fundación Avanza Chile organizó cuatro funciones de la película en distintas zonas del país, a las que acudieron como anfitriones sus principales colaboradores, como los ex ministros Cristián Larroulet (UDI) y Luis Mayol (RN).
Pero eso es sólo la cara visible de un trabajo que el ex mandatario viene desarrollando en privado desde hace, al menos, los últimos dos meses y medio. En la Alianza dicen que Piñera ha convocado a varios dirigentes de su sector para discutir la estrategia del bloque opositor frente al gobierno de Michelle Bachelet y, además, el papel que él pretende desempeñar. El último de esos encuentros se produjo a fines de julio en su casa, en el sector de San Damián. Pocos días antes hubo otra reunión -también por iniciativa del ex presidente-, llevada a cabo en su oficina, en el piso 18 de Apoquindo 3000.
En esas citas participaron, principalmente, dirigentes de RN: entre otros, el timonel, Cristián Monckeberg, y los senadores Alberto Espina y Andrés Allamand. Con este último se ha reunido en varias oportunidades, luego que ambos pactaran una tregua en marzo pasado, luego de públicos y privados enfrentamientos. Incluso, cercanos a Allamand dicen que el senador no competirá en una elección presidencial contra Piñera o Manuel José Ossandón, en caso que uno de ellos o ambos decidan postular.
Las reuniones son periódicas: al menos cada dos semanas, dicen en la oposición. Otros convocados a los encuentros han sido los secretarios generales de RN, Mario Desbordes, y de la UDI, Guillermo Ramírez; el diputado Nicolás Monckeberg (RN); los senadores Baldo Prokurica (RN) y Juan Antonio Coloma (UDI); el diputado Jaime Bellolio (UDI); y el abogado Gonzalo Cordero, histórico militante del gremialismo y ex asesor de Allamand.
Un punto de partida de las primeras reuniones fue la inquietud de algunos dirigentes de RN sobre si Piñera asumirá una nueva candidatura presidencial. El ex mandatario les ha respondido que les comunicará su decisión el próximo año.
En el resto de los encuentros se le ha consultado a Piñera cómo articular el nuevo referente que ha buscado levantar la UDI, RN, Evópoli y el PRI. Esto, en medio de una notoria pérdida de influencia en la agenda y aún con remanentes de las divisiones internas que proliferaron cuando la UDI y RN se encontraban en el oficialismo.
Asistentes dicen que la respuesta del ex mandatario ha sido una sola: aplazar la entrega de propuestas programáticas y concentrar fuerzas en criticar al gobierno de Bachelet, algo que él mismo ha hecho en estas reuniones. Las mismas fuentes sostienen que en estas citas Piñera insiste con el diagnóstico que ha hecho público. Es decir, a su juicio las reformas se realizaron sobre la base de un análisis errado, que están mal orientadas y que se perdió el “dinamismo” de la economía.
Los dirigentes de la oposición, en tanto, han manifestado su preocupación por el estado en el que se encuentra el sector, especialmente pensando en las elecciones municipales de octubre de 2016.
En paralelo, Piñera organiza varios almuerzos semanales con dirigentes de organizaciones civiles, columnistas y otros parlamentarios de la Alianza. Esto, para escuchar las visiones de ellos sobre la situación del país, el gobierno de Bachelet y el rol de la oposición.
En estas citas -dicen quienes han participado-, el ex mandatario ha buscado cultivar un perfil más dialogante. Y en vez de monopolizar la conversación -aspecto que le era criticado en su gobierno-, ha buscado escuchar las inquietudes de sus invitados. Al finalizar cada encuentro, Piñera, luego de tomar apuntes, hace un resumen de lo analizado en esa jornada y entrega su opinión.
La articulación de Piñera en privado se intensificó en las últimas semanas. De hecho, mantiene contacto directo con algunos de los dirigentes de RN, como su presidente. Todo, mientras la fundación Avanza Chile continúa entregado, todas las semanas, insumos a los parlamentarios sobre los proyectos de ley que impulsa el gobierno.