Felipe de Mussy (32) durmió menos de cuatro horas y a la mañana siguiente despertó con el presentimiento de que no había perdido. La noche anterior se había acostado con el cómputo en contra: la lista de la Nueva Mayoría doblaba en el distrito 56 (Los Lagos) y le sacaba además 176 votos, dejándolo fuera.
Su intuición, acompañada de una dosis alta de confianza en sí mismo y en su campaña, no falló. Pidió ayuda a la Fundación Jaime Guzmán, se volvieron a contar los votos en 26 mesas, reclamadas por De Mussy y por el candidato DC Adolfo Alvial, y el 14 de enero de 2014, casi dos meses después de la contienda electoral, el Tribunal Calificador de Elecciones declaró ganador a De Mussy. A la Nueva Mayoría le faltaron 168 votos para doblar.
Su generosa campaña fue clave en el ajustado triunfo. El socialista Fidel Espinoza, quien obtuvo la primera mayoría (38.554 votos), asegura no haber visto nunca una tan millonaria en la zona como la de su rival de la UDI. “Yo competí en tres elecciones anteriores y jamás vi una cantidad de dinero como esa. Era impresionante llegar a una comuna y ver que estaba tomada por la candidatura de De Mussy. Yo creo que gastó cuatro veces más que yo”. Ante el Servicio Electoral Espinoza declaró un gasto de $54 millones; De Mussy, $76 millones. El máximo permitido por ley en ese distrito eran $130 millones.
“Es imposible que haya gastado 20 millones más que yo. Tiene que haber gastado 50 millones de pesos sólo en publicidad radial. En las comunas pequeñas podía tener 200 palomas en las calles, y nosotros 20 o 30. Él contrató un circo y en Puerto Varas hizo tres funciones, cada una con 1.500 personas, y en las comunas más chicas, 700. Hizo bingos en gimnasios que se llenaban, porque regalaba siete o diez corderos de premio cada jornada”, sostiene Espinoza. “La información está en el Servel, no es como lo ha querido hacer creer Fidel Espinoza”, respondió escuetamente por escrito De Mussy.
“En primera función de nuestro circo Fuerza Joven en Purranque. Más de 700 personas gozando la magia del circo”, celebraba el 6 de noviembre, en Twitter, el entonces candidato de la UDI. El circo bautizado “Fuerza Joven” –su lema de campaña– recorrió Purranque, Llanquihue y Puerto Varas la semana anterior al cierre de campaña. Él, un aficionado a nadar con tiburones, hacía un número de acrobacia.
Ingeniero civil de la UC, carrera a la que ingresó en 2001 con un puntaje nacional en la PAA de Matemáticas, renunció a su cargo de seremi de Desarrollo Social de Los Lagos –primero fue jefe regional de la Subsecretaría de Desarrollo Regional– seis meses antes de las elecciones. Y se quedó viviendo en Puerto Varas en una casa arrendada junto a su mujer y dos hijos nacidos allá. Con Carlos Recondo, diputado histórico de la UDI por Los Lagos, habían conversado de su interés en seguir una carrera política y Recondo podía dejarle el cupo libre, ya que quería postular a una senaturía. Aunque había otros interesados en el escaño –como el ex director del Indap, Claudio Ernst; el alcalde de Los Muermos, Emilio González, y la ex directora regional del Instituto Nacional del Deporte, Ingrid Schettino–, De Mussy obtuvo el visto bueno del comité electoral de la UDI. Contó con el firme apoyo de Recondo, quien iba a primarias con José Antonio Kast por la Región de Los Lagos, pero éstas, al igual que las de Santiago Oriente (Iván Moreira versus Ena von Baer), se suspendieron para dar una señal de unidad cuando Pablo Longueira fue designado como el segundo candidato presidencial de la UDI, y Moreira fue enviado a competir a Los Lagos en lugar de Recondo, Von Baer a Los Ríos y Kast a diputado por La Reina.
Moreira, Von Baer y Kast, este solo bajo la modalidad legal de aportes reservados, tienen en común haber recibido dineros de Penta. También, De Mussy.
CORREO AL “CHOCLO” DÉLANO
En octubre del año pasado, su nombre apareció vinculado por primera vez al Caso Penta cuandoLa Segunda publicó que, entre las boletas incautadas por la Fiscalía Oriente, aparecía el nombre de José Tomás Garcés Larenas, entrenador de fútbol y amigo de De Mussy, como emisor de boletas cuyos dineros fueron a la campaña del joven diputado.
“Descarto cualquier tipo de vinculación con los hechos que está indagando la justicia en los últimos días, y lamento que una investigación que es secreta siga filtrando supuestos antecedentes que junto con ser falsos, no hacen más que dañar la honra de las personas”, sostuvo el diputado UDI en un comunicado.
El expediente, que se hizo público el 2 de enero, ratificó la información del vespertino. Marcos Castro, ex contador de Empresas Penta, declaró el 8 de agosto ante el fiscal Carlos Gajardo: “… la que me exhibe, número 18, de José Tomás Garcés Larenas por 3 millones de pesos tiene anotado atrás F D Mussy, entiendo que es una campaña política. No conozco al diputado Felipe de Mussy”.
Hugo Bravo, ex gerente general de Empresas Penta y Penta III, el 12 de septiembre dijo al ser interrogado que “la boleta 17 y 18 de José Tomás Garcés Larenas, de fechas 13 de mayo y 30 de junio de 2013, por un monto de $4,5 y 2,7 millones de pesos, de acuerdo al correo que acompaña la boleta, se trata de un aporte a la campaña del diputado Felipe de Mussy, que es sobrino de Luis de Mussy, que es un gran amigo de Carlos Alberto Délano”. En efecto, Luis de Mussy y Délano fueron compañeros en Ingeniería Comercial de la UC y son cercanos. El 12 de abril de 2013 fue agendada una reunión entre ambos, según consta en el expediente que da cuenta de las citas registradas por la secretaria del socio de Penta.
El 1 de abril de 2013, Felipe de Mussy le envió un correo a Délano, en el que lo trata con cariño y familiaridad. “Querido Choclo: te envío lo que me pediste cuando nos juntamos (…). Un abrazo grande y muchas gracias por todo”. En asunto figura “reseña de Felipe de Mussy”. El diputado no respondió a las consultas de El Mostrador sobre este punto.
De Mussy tiene una gran cantidad de amigos de la época del colegio y entre ellos se menciona a José Luis Délano, hijo del “Choclo”, quien no estudió en el Apoquindo como el parlamentario, sino en el Verbo Divino. Entre los más íntimos destacan a Felipe Novoa, hijo de Jovino Novoa, a quien los controladores de Empresas Penta entregaban dineros que él repartía entre los candidatos de la UDI, según las declaraciones publicadas este fin de semana por La Tercera. Otro íntimo es Felipe Briones, compañero en el Apoquindo e hijo del empresario del mismo nombre.
A raíz de la militancia de su madre María Paz Hiriart, ex concejala de la UDI en Lo Barnechea y Vitacura, ex delegada provincial de Santiago y que trabaja para la Asociación de Municipalidades de Chile, y su amistad con el hijo de Jovino Novoa, De Mussy se vinculó desde niño a las campañas del partido por Santiago Oriente, entre ellas, a las de Carlos Bombal, afirma un cercano al diputado. Él comenzó a militar cuando ya era seremi del gobierno de Piñera.
Se jacta de no haber ejercido nunca como ingeniero civil. Finalizada su carrera, cursó un magíster en la UC y optó por trabajar en el área social como director ejecutivo de la Fundación Crece Chile, que creó junto a un grupo de amigos, entre ellos, Felipe Briones, cuando estaba en la universidad. Cuenta con voluntarios que cada año preparan a cerca de 400 adultos que no terminaron su escolaridad para dar exámenes libres. Estuvo dos años a la cabeza de Crece Chile y, en 2010, se fue a recorrer África recién casado con María Yarur, abogada de la UC e hija de Luis Enrique Yarur, principal socio del banco BCI y de SalcoBrand.
SU PARENTESCO CON YARUR
En el fragor de la campaña, Fidel Espinoza (PS) le enrostró su parentesco con Yarur, en especial, cuando De Mussy hablaba de los adultos mayores. Cómo podía protegerlos, alegaba el diputado PS a la reelección, si estaba emparentado con el dueño de una de las cadenas de farmacias que se coludió para subir el precio de los remedios. De Mussy repetía que no podía responder por actos de sus familiares, porque eran personales.
Como diputado la relación cobra mucha importancia, ya que es miembro de la Comisión de Hacienda, donde se analizan proyectos de ley que pueden afectar a la banca. Y, por cierto, después se votan en la Sala. Pablo Lorenzini, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, afirma que no ha sido informado del parentesco y que si se trata de proyectos genéricos para la banca no hay problemas. Tratándose de iniciativas en las que los bancos se enfrentan a sectores con posturas distintas, “debiera inhabilitarse de participar en las sesiones de la Comisión y de votar”, señala. Agrega que es el caso de un proyecto que está viendo la Comisión y que permitiría a empresas no bancarias, como multitiendas, emitir tarjetas de prepago, aquellas en las que una persona le deposita dinero a otra en una tarjeta, sin necesidad de contar con una cuenta RUT. “La banca está de un lado y el retail de otro. Si yo fuera De Mussy no participaría en el debate y no votaría, por el parentesco”, opina Lorenzini.
Hasta ahora, el diputado UDI ha estado en una sesión, el 23 de mayo, en la que opinó que debe haber más competencia entre los operadores, porque Transbank (en la que es socio el BCI) es un monopolio.
“Obviamente, haré lo que corresponda con respecto a la ley y reglamentos”, respondió por escrito al ser consultado por el proyecto de ley, que –según explicó– pasó a la Comisión de Economía, u otros en el futuro que afecten a la banca y su parentesco con Yarur.
De Mussy proyecta una imagen más liberal que el promedio de la UDI. Declara que estaría abierto a conversar un proyecto de ley de matrimonio homosexual; que ocasionalmente consume marihuana y es partidario de despenalizar el autocultivo de la misma; que dejó de ver las cosas en blanco y negro después del año que vivió en África recorriendo 15 países y viviendo en campos de refugiados.
También ha tocado el tema del financiamiento de campañas. No la suya, eso sí. Mientras se discutía la reforma tributaria en la Comisión de Hacienda de la Cámara, De Mussy llamó a los parlamentarios a no ser “caraduras ni hipócritas”, porque el proyecto terminó eliminando el alza de impuestos al vino y al pisco. Y así –declaró– “no toca la mayor empresa del país, de la familia Luksic (…) y que, además, dicen que al parecer habría financiado a la Presidenta Bachelet. Con mucho respeto lo que acabo de decir y en la línea que ojalá sigamos teniendo un fair play”. CCU y San Pedro, filiales del grupo Luksic, producen vino y pisco, entre otros. “Muchos de los que están allá en sus partidos –prosiguió–- y muchos de los que están acá han recibido aportes de pequeñas, medianas y grandes empresas. Entonces, no nos saquemos la suerte entre gitanos”.
A nivel familiar uno de los momentos más difíciles fue la quiebra de la empresa constructora de su padre Felipe de Mussy. Un caso que llegó a los tribunales, porque Socovesa, con la que se asoció para levantar el Paseo Los Dominicos, lo acusó de quiebra fraudulenta y de apropiación indebida de $4.500 millones. Ese fue el dinero que Socovesa aportó para construir el proyecto en San Carlos de Apoquindo, pero que no destinaron a ese fin sino a cumplir con otras obras de De Mussy, según la parte querellante. Hace tres años el empresario fue condenado a 541 días por quiebra fraudulenta. Desde 2010, es socio minoritario del restorán La Bifería. (El Mostrador)