Las verdaderas primarias- Carlos Vásquez

Las verdaderas primarias- Carlos Vásquez

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Resulta curiosa la convocatoria de dos bloques políticos y la validación por el Servel de unas elecciones llamadas primarias solo porque existe más de un candidato de cada sector político, aun cuando ya tienen un favorito casi designado y ufano por el lugar que le asignan las encuestas, en las que nadie cree, pero que todos veneran cuando quedan bien posicionados.

Lo que el ciudadano espera es conocer los postulados programáticos que identifican a cada candidato, valorando sus diferencias que le otorgan identidad. Además, necesita acceder a datos que den cuenta de su probidad y la altura moral que dice representar. También espera que haya una real competencia de posiciones doctrinarias y cuya trayectoria refleje con claridad un límpido desempeño público y privado.

Estamos ante una profunda crisis de confianza, cada postulación será observada con sospecha y no precisamente por el Servel, que cumple un rol meramente notarial y está aprobando todas las cajas que exhiben al hombro sus candidatos.

Las candidaturas recientemente inscritas están siendo escrutadas con rigurosidad y ya se ha formulado el primer cuestionamiento a una declaración patrimonial. El candidato aludido respondió con un tecnicismo que conmovió al medio periodístico, pero no convenció a la ciudadanía. Sublime su explicación, una tautología perfecta, aplicable a todo: “Muchas veces el avalúo fiscal o el valor de libro no refleja el verdadero valor económico de ese patrimonio”. Convincente para algunos, pero no pasa la prueba de la blancura.

En este escenario de elecciones primarias que no son tales, cuya capacidad de convocatoria de los involucrados es incierta, donde lo único real es el costo económico que dichos eventos ficticios cargarán al fisco, resulta sorprendente que hasta el momento el debate se haya centrado en definir “los límites aceptables del humor” y que un comediante tenga en vilo a toda la clase política ante la eventualidad de cierre por 7 días de un medio televisivo.

Los candidatos de la Nueva Mayoría ya están configurando un clima de real competencia por atraer la adhesión de la ciudadanía y ya se pautean algunas diferencias programáticas, como la política de concesiones en el sector salud. Ambos candidatos deben postular ante una ciudadanía afín a sus propuestas, que les permita identificarse con el electorado de centro e izquierda, principalmente radicado en el segmento del 50% aún indeciso o que no tiene opción presidencial.

Por la trinchera oficialista, la candidata DC ya fue inscrita para la primera vuelta con todos los honores partidarios en un clima de unidad interna y aislados de los demás partidos de la Nueva Mayoría. La senadora Goic debe asumirse y ser asumida por su partido como candidata presidencial, hacer creíble su postulación con una meta precisa a alcanzar: elevar el porcentaje que la ubica como presidenciable.

Al senador Guillier, posicionado como candidato pero siempre reactivo, le falta orientar y tener iniciativa en activar la agenda política. Debe convertir el juntar firmas en una oportunidad para la aceleración de su campaña. difundiendo los contenidos programáticos que ha postulado en los diversos actos de proclamación con los partidos que lo apoyan.

Es decir, los candidatos de la Nueva Mayoría ya están configurando un clima de real competencia por atraer la adhesión de la ciudadanía y ya se pautean algunas diferencias programáticas, como la política de concesiones en el sector salud. Ambos candidatos deben postular ante una ciudadanía afín a sus propuestas, que les permita identificarse con el electorado de centro e izquierda, principalmente radicado en el segmento del 50% aún indeciso o que no tiene opción presidencial.

La NM debe impulsar un despliegue político con el fin de hacer converger las diversas propuestas para elaborar una síntesis programática que reúna los grandes consensos y algunos disensos, cuyos debates es necesario profundizar.

Asimismo, debe impulsar un despliegue orgánico para instalar las  candidaturas en los frentes sociales y sectores democráticos organizados, marcando presencia territorial en todo el país. Puede ocurrir que en una localidad se haga un acto con ambos candidatos o se desee confrontar ideas al modo de las primarias.

El desafío es convertir la primera vuelta presidencial en una real competencia de ideas, como las únicas primarias del escenario político nacional, abriendo una confrontación legítima y transparente de posiciones políticas de cara a la ciudadanía.

El Mostrador

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