Una vez más parece ser que la Ley de Probidad y Transparencia hace agua. Además de la polémica por las restricciones a los partidos, las atribuciones al Servel y de las fuertes críticas realizadas por quien encabezara la Comisión de Probidad y Transparencia, que dio origen a la ley, el economista Eduardo Engel, ahora se suma una secreta cláusula que carga nuevamente la balanza hacia las malas prácticas políticas.
El proyecto de ley, que hoy se encuentra en tramitación en el Senado, tiene una «cláusula de caducidad» para los delitos en elecciones. Determina que hay un plazo de un año para denunciar las faltas a la ley electoral, lo que significa que si no se denuncian dentro de los 365 días posteriores a ocurrido el hecho -como por ejemplo los casos de supuesto financiamiento irregular a la política que están siendo investigados por la Fiscalía- estos no pueden ser denunciados, por lo tanto, no pueden ser sancionados.
«Me parece muy poco y la prueba de ello, la hemos visto en los últimos meses, en que a dos años de la última elección recién han aparecido irregularidades», indicó el senador Carlos Montes a La Segunda. Según el parlamentario, «todo lo que sea platas negras en el financiamiento de campañas no deberían tener plazos límites para investigarse».
Pero quien sí respalda esta letra chica de la normativa es el senador DC Andrés Zaldívar. A juicio del parlamentario, «muchas normativas de este tipo tienen una prescripción corta, porque en esta materia se requiere que haya estabilidad y los plazos de prescripción muy largos generan inestabilidad y falta de certeza. Puede discutirse si es de uno o dos años, pero no más que eso».
Misma línea que sigue el senador Víctor Pérez (UDI), quien asegura que el «plazo de un año es razonable. Estos delitos serán detectables por el Servel y cualquier ciudadano, porque habrá una cuenta de ingresos de cada candidato en el servicio, donde se podrán fiscalizar los excesos de gasto».
Finalmente, Pérez agregó que «debe haber certeza en materia de resultados electorales, porque una persona elegida no puede estar en ascuas un período prolongado sin saber si va a ejercer su función. Debe haber un equilibrio».