Marzo es la fecha que se ha autoimpuesto un grupo de diputados, liderados por el DC Raúl Soto, para poder tener aprobado un proyecto de ley que hace obligatoria la rendición de cuentas a los parlamentarios.
La iniciativa -que fue ingresada a comienzos de octubre al Congreso- cuenta con apoyo transversal, “desde la UDI al Frente Amplio”, dijo Soto, y fue expuesta esta semana al ministro Gonzalo Blumel (Segpres), quien valoró el proyecto y comprometió el respaldo del gobierno, a través de urgencias legislativas.
Para el autor del texto, no obstante, la cuenta parlamentaria debería tener como requisitos mínimos el que se tratase de una ceremonia con participación ciudadana que contenga todo el trabajo legislativo durante el período a rendir, tales como mociones y proyectos de resolución presentados, mecanismos de fiscalización aplicados, votaciones realizadas y porcentajes de asistencia en sala y comisiones.
“La única manera de transparentar el trabajo legislativo es que los parlamentarios rindamos cuentas en terreno, en nuestros distritos y regiones, de cuáles son los proyectos que hemos presentado, cuáles son las fiscalizaciones que hemos llevado adelante y sus respectivos resultados, la asistencia que hemos tenido en la Cámara y, en definitiva, transparentar todo el trabajo legislativo y territorial que llevamos adelante en nuestra función. Solo de esa manera vamos a contribuir a transparentar y a recuperar la confianza que se ha ido perdiendo de la ciudadanía en la acción pública y en la política”, precisó Soto.
Su par UDI Jorge Alessandri complementó diciendo que “lo que la ciudadanía más pide es que las autoridades rindan cuentas de su trabajo, de sus gastos, de los fondos públicos de los que disponen y de su trabajo con la comunidad”.
La Tercera/Agencias