Comentario obligado en las últimas semanas fue la consolidación de la «dupla articuladora» conformada por los ministros de Hacienda e Interior, Rodrigo Valdés y Jorge Burgos, la que ha traído opiniones diversas desde el oficialismo e incluso despertaron la inquietud de la propia Presidenta Michelle Bachelet.
Es por ello que el encargado de hacerle ver esta situación a Valdés fue su amigo, el ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, quien lo llamó el pasado martes para transmitirle un mensaje directo de la Mandataria, que le pedía rectificar el rol que se le había atribuido a la mencionada dupla, según informa «El Mercurio».
De acuerdo a fuentes de La Moneda, en la conversación que duró un largo rato, Eyzaguirre le explicó al titular de Hacienda que no podían reflejar la imagen de un «gabinete quebrado» ante la opinión pública, dado el complejo escenario que enfrenta el Gobierno.
De esta forma, la instrucción de Bachelet -que justo ese día iniciaba su gira por El Salvador y México- fue remarcar una mirada común del equipo político del Ejecutivo, más allá de las visiones particulares de cada secretario de Estado.
Tras la conversación, Valdés entendió el mensaje y comenzó a desmarcarse de Jorge Burgos, tal como lo señaló en una entrevista a radio Duna, donde aseguró que «se está generando un mito urbano sobre la dupla». Este último, sin embargo, resintió estas declaraciones, agregó El Mercurio, ya que «se ha jugado por darle apoyo y piso político» al titular de Hacienda.
De esta forma, también se terminaban las inquietudes de diversos personeros de la Nueva Mayoría (sobre todo del PPD), que señalaban que el binomio Valdés-Burgos generaba una división del gabinete y disminuía el rol de los otros dos miembros del comité político, Nicolás Eyzaguirre y el ministro secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz.
ACERCAMIENTOS AL PS Y PPD
Tras esto, comenzó un acercamiento entre el ministro de Hacienda y su partido, que quedó demostrado con el encuentro que sostuvo con dos de sus líderes, los senadores Guido Girardi y Jaime Quintana, representantes del sector más de izquierda de la colectividad, quienes se cuadraron con la consigna del «realismo», imprimiéndole un «sello progresista» a ese concepto.
La reunión también tenía como objetivo subsanar el diagnóstico que Valdés había reiterado en privado durante las últimas semanas: si bien contaba con el apoyo del ala más socialdemócrata del PPD, desde el punto de vista político, se sentía solo.
En Hacienda aseguran que esa percepción se profundizó por el distanciamiento que se produjo con el ministro Eyzaguirre debido a las diferencias que ambos mantienen respecto de cómo se debe enfrentar la tramitación de la agenda laboral y por los énfasis que deben tener las medidas de reactivación económica que actualmente diseña el Gobierno.
Asimismo, el ministro Valdés comenzó a acercarse al ala más dura del PS, reclutando a un hombre clave de la Nueva Izquierda: Roberto Godoy, ex jefe de gabinete de Osvaldo Andrade cuando era ministro del Trabajo y arquitecto de la reforma laboral.
