Por lo mismo, es imperativo que la oposición logre concordar candidaturas únicas para enfrentar a dicha izquierda. Lo que está en juego no es el futuro de Chile Vamos, el Partido Republicano, Amarillos o Demócratas. Lo que se estará disputando en octubre de este año (y en noviembre del próximo) es la forma en que se escribirá el destino de nuestro país.
Perder las alcaldías de Concepción, Antofagasta, Arica, Valdivia o San Pedro de la Paz, o las gobernaciones regionales de Biobío, Los Ríos o Coquimbo, debido sobre todo a la dispersión opositora, no solo constituye una gran irresponsabilidad. En concreto, puede terminar extendiendo por otros cuatro años la permanencia de la actual coalición oficialista en La Moneda, hipotecando las posibilidades de revertir el adverso panorama en que nos encontramos.
No hay argumento ni excusa válida para no hacer lo correcto. Y quedan muy pocos días. Los dirigentes de dichos partidos tienen la palabra. (El Mercurio Cartas)
Gonzalo Blumel
Juan Francisco Galli
Isabel Plá