El 27 de octubre, tres mujeres fuertes del oficialismo y de la oposición sufrieron un duro revés electoral. Irací Hassler (PC) perdió la emblemática comuna de Santiago; Karla Rubilar (independiente) no pudo retener el bastión de Renovación Nacional tras 24 años de primacía en Puente Alto, y Marcela Cubillos (independiente, ex UDI) quedó fuera del sillón de Las Condes.
Todos, resultados que no fueron inocuos para los partidos. Tampoco para las involucradas. Según el Balance 2024 de Descifra, las tres protagonizaron las derrotas más impactantes de la elección de octubre.
Hassler fue la primera en dar vuelta la página. Antes de cerrar su ciclo en el municipio -tras el triunfo del RN Mario Desbordes-, renunció a la alcaldía para quedar habilitada para postular al Congreso este 2025. “La motivación concreta que fundamenta esta presentación se encuentra en mi voluntad de postular a otro espacio de representación popular”, sostuvo el 13 de noviembre ante el concejo municipal.
Dos días después sacaba sus objetos personales y dejaba la alcaldía, aunque ya le había expresado a sus cercanos que quería seguir representando a los santiaguinos, esta vez desde el Congreso. “Sin duda que tengo un arraigo, un camino y un cariño por la capital de nuestro país, así es que espero seguir trabajando por Santiago”, admitió en Estado Nacional, de TVN.
El logro de ese cupo -sin embargo- no es fácil. En el PC se confidencia que el distrito 10 -correspondiente a Santiago, Providencia, Ñuñoa, Macul, La Granja y San Joaquín- está casi descartado, pues allí está la diputada Alejandra Placencia, también PC, quien lo más probable es que vaya a la reelección. Y como la evaluación interna es que no están en condiciones para un doblaje, lo más probable es que Hassler tenga que ir por otro distrito de la Región Metropolitana.
Pero la mirada de la exedil sigue puesta en la capital. Así, al menos, lo expresa en sus redes sociales. Tanto así que el nombre de usuario en su cuenta en Instagram es “iracixstgo”. Su último mensaje fue para Navidad, junto a dos de sus sobrinos. Y antes había subido fotografías de un viaje a Paraguay; otras, tomando helado junto a vecinas del barrio Huemul y, también, frente al lugar que ocupó la ex cárcel pública, donde se inauguró Memoria fragmentada. “Solo con la memoria viva podemos construir futuro y democracia. En el Día Internacional de los Derechos Humanos, reafirmamos nuestro compromiso con la justicia, reparación y garantías de no repetición. Nunca más”, posteó.
Por lo pronto, Hassler -quien no es de la línea del presidente del PC, Lautaro Carmona– continúa siendo integrante del comité central, que será renovado el 11 y 12 de enero. Lo más probable es que vaya a la repostulación.
En el partido se admite que la derrota de la edil fue un duro golpe para el PC. No sólo por la pérdida de Santiago -una de las comunas más preciadas en términos electorales y de visibilidad-, sino que por la amplitud de la derrota (51,1% de Desbordes contra un 28,6% de Hassler). Y aunque en lo interno hay opiniones divididas sobre las razones de la pérdida, sus detractores sostienen que pesó su mal manejo del tema de seguridad y del comercio ambulante. Y, especialmente, la compra -por $ 8.200 millones- de la Clínica Sierra Bella, que fue objetada por la Contraloría por su “injustificado” precio.
Una gestión que -para la oposición- sigue bajo la lupa. De hecho, Desbordes ya adelantó que encontró licitaciones millonarias y contratos injustificados, y que planea acciones legales.
RUBILAR Y LAS PELEAS DE LOS PROPIOS
No hubo tregua. Una seguidilla de públicas reyertas al interior de la propia derecha terminaron con la derrota de Karla Rubilar -uno de los rostros del piñerismo-, y con la pérdida de uno de los bastiones más preciados de RN, que se extendió por 24 años.
La batalla interna fue campal. Y se inició apenas Rubilar se convirtió en coordinadora social del gabinete del alcalde Germán Codina, en abril de 2022, y luego, en su delfín. La decisión fue resistida por el senador Manuel José Ossandón, quien respaldaba a su sobrino, el concejal Felipe Ossandón. “No es correcto que un alcalde contrate a una persona para ser candidata”, sostuvo el parlamentario en Tolerancia Cero.
La tensión fue tal, que al final Evelyn Matthei y el propio senador intercedieron para que el concejal bajara su opción.
No fue el único frente. La relación entre Codina y Rubilar también pasó por una crisis, cuando el alcalde reveló que la candidata lo había bloqueado en WhatsApp y que no postularía por Puente Alto. Al final, limaron asperezas. Pero las cosas no resultaron bien. Y el ganador fue el independiente Matías Toledo (51,5%) contra el 37,3% de la exministra.
“Las peleas nunca han sido bien evaluadas por la ciudadanía. Nos equivocamos en pelear dentro del sector, dentro de los propios, dentro de los mismos”, sostuvo Rubilar.
En los planes de la exsecretaria de Estado no está volver al Congreso, en el que estuvo como diputada por 12 años. En lo inmediato, sus cercanos sostienen que está feliz y concentrada en sus labores académicas en la Universidad Autónoma de Chile. En marzo continuará dictando cursos sobre Introducción a la Medicina, Salud Pública (en el área de gestión), Inteligencia Artificial y Salud. Más un posgrado sobre Gestión Estratégica en Salud.
En 2025 tiene planeado -por su religión evangélica- hacer un curso formativo personal de discipulado bíblico, junto a su pareja, el periodista Christian Pino, con quien conduce el programa radial Juntos en Agricultura. Y aunque el profesional le pidió matrimonio en abril, ambos han decidido que este podría concretarse durante el segundo semestre de 2025 o a principios de 2026.
En lo político, aunque Rubilar es cercana a Matthei -la acompañó en sus incursiones en 2013 y en 2021-, aún no tiene un rol en lo que será su campaña.
“Todavía no se conforma un comando. Pero, sin duda, cuando se defina si hay o no primarias, obviamente Karla va a estar”, dice un parlamentario UDI.
Sí está contribuyendo a sentar las bases de lo que será la fundación del exjefe del Estado. “Karla es una gran mujer, generosa y trabajadora. Ahora tenemos la satisfacción de contar con su ayuda para construir la Fundación Presidente Sebastián Piñera”, dice Magdalena Piñera.
CUBILLOS Y EL CAMINO PROPIO
El otro de los líos en la derecha se produjo en Las Condes, donde la UDI perdió uno de sus municipios emblemáticos. La irrupción de Marcela Cubillos (Independiente, ex UDI) desordenó las piezas. Y lo hizo en marzo, cuando le comunicó directamente a la entonces alcaldesa Daniela Peñaloza (UDI) que evaluaba ir como independiente por esa comuna.
Una decisión que ratificó, luego, públicamente. “Soy candidata porque voy a ir con firmas (…) No necesito, en el fondo, al final que los partidos me lleven dentro de sus cupos”, sostuvo en Estado Nacional de TVN.
Todo indicaba que tenía el camino despejado. Pero no fue así. Un mes antes de las elecciones de octubre se conoció que recibía un sueldo de $ 17 millones brutos mensuales en la Universidad San Sebastián (USS), hecho que provocó una ola de críticas.
“En Chile hay libertad de trabajo y de contratación, y yo no sé qué pretende la izquierda, si la próxima vez que yo trabaje en el mundo privado le tenga que pedir a ellos que me fijen el sueldo o determinen ellos cuál es un sueldo justo”, respondió, lo que generó más cuestionamientos y pasándole la cuenta. Catalina San Martín, exmilitante de Evópoli, se impuso ante la extitular de Educación, por un 39,9% contra un 39%.
Para Cubillos, su derrota en Las Condes no es predictora de su futuro político. Menos ante el estrecho resultado. Pero, hasta ahora, no ha comunicado cuáles serán sus próximos pasos y si postulará o no al Parlamento.
Lo primero que hizo tras las elecciones fue viajar a España -junto a su marido, el exministro Andrés Allamand-, y luego, empezó a retomar sus actividades en Chile. El viernes participó en el programa Conectados, de Radio Agricultura, junto a Checho Hirane, Jorge Alessandri (UDI) y Francisco Orrego (RN).
Y, según ha confesado a sus cercanos, planea escribir columnas de opinión, hacer clases e integrarse a algún centro de estudios, aunque todavía no tiene nada definido. (La Tercera)