Una de las novedades que trae la reforma de pensiones que fue aprobada por el Senado y que fue la llave para lograr destrabar las negociaciones entre el gobierno y Chile Vamos, es respecto de un préstamo que darán los cotizantes al Seguro Social, que representa un 1,5% de las cotizaciones de cargo del empleador, y que les será devuelto a la hora de jubilar.
El superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, la semana pasada explicó a los senadores de la Comisión de Hacienda cómo funciona este préstamo, así como los dos bonos que se emitirán, uno en la etapa activa (cuando el afiliado trabaja) y otro en la etapa pasiva (cuando la persona se jubila), con el fin de resguardar el dinero de los cotizantes.
En esa ocasión, Macías explicó que habrá un 1,5% de la cotización adicional que destinará como un préstamo “a este fondo estatal, que a su vez va a emitir un instrumento. Ese bono va a quedar reflejado en los (archivos) maestros del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP), y va a quedar reflejado, por supuesto, en el activo del fondo de pensiones. Los bonos se van a ir agrupando todos los meses y van a ir generando un macro bono, que van a agrupar a todos los bonos más pequeños. A su vez, se van a depositar en el Depósito Central de Valores (DCV)”.
Macías recalcó que “eso es importante, van a estar custodiados en el DCV, como un macro bono, que a su vez va a tener una serie de bonitos más pequeños, que van a representar las cotizaciones de cada afiliado. Cada uno, con un 1,5% de cotizaciones, no alcanza para generar un bono, pero sí alcanza para generar registros que van a generar un bono más grande, un macro bono, entonces todos esos bonos van a ser agrupados y van a ser depositados en el DCV”.
El superintendente de Pensiones reveló en dicha ocasión que hace poco más de una semana se reunió “con el gerente general, el fiscal, y el presidente del DCV, y no va a haber ningún problema en que esto se pueda llevar a cabo, y se pueda ejecutar. Tuvieron varias ideas ahí que estuvimos conversando, y todo eso va a estar reflejado. Cada trabajador, cuando quiera saber cuánto es el saldo que tiene por haber prestado estas cotizaciones a este fondo, va a poder verlo reflejado en un bono que va a estar, tanto en el FAPP, su fondo de pensiones, como en el DCV, va a estar al menos en tres partes reflejado, y va a estar supervisado por la Superintendencia de Pensiones siempre”.
Por lo tanto, dijo que “hay total transparencia respecto de que estas cotizaciones son de las personas, van a estar en sus fondos previsionales, y van a estar debidamente contabilizados, valorizados y custodiados. Va a haber total seguridad sobre la propiedad de los fondos de las personas. Y, por su puesto, lo va a poder ver en la página web de su administradora también”.
EL SEGUNDO BONO
El regulador señaló que “este bono que se va generando mes a mes, que son pequeños bonitos, que se van emitiendo todos los meses, que se transforman en un macro bono, van generando al final de la vida activa de la persona, un nuevo bono. Estos bonos no se transan en la etapa activa. Están depositados en la custodia de valores. Pero cuando la persona cumple la edad de jubilación, se genera un nuevo bono que se llama bono amortizable, que también es garantizado por el Estado y tiene mérito ejecutivo, pero tiene una gran diferencia con estos bonos previsionales anteriores, que es que se puede transar en el mercado”.
Al respecto, Macías continuó explicando: “Esos bonos, en ese momento, se entregan a la AFP o la compañía de seguros de vida, dependiendo de dónde se jubile la persona. La AFP o la compañía de seguros de vida, según sea la que esté proveyendo la pensión, puede venderlo en el mercado, o puede mantenerlo dentro de su portafolio. Estos bonos son emitidos a 20 años plazo todos, por lo tanto, son 240 cupones que va a generar, y el FAPP le va generando todos los meses un pago al tenedor del bono, son endosables, de tal manera que son bonos emitidos en UF, a tasas de mercado, y que tienen la garantía estatal, son bonos bastante seguros”.
Macías dijo que “es muy probable que las compañías de seguros de vida, que tienen pasivos de largo plazo, estos bonos los retengan en sus portafolios, porque son muy buenos para calzar sus obligaciones, y también para las AFP son un excelente instrumento. Si no los mantienen en sus carteras, de todas maneras los pueden vender en el mercado. Así que es una excelente manera de recuperar los fondos que los afiliados han aportado o prestado para que los pensionados de hoy y los que se van a jubilar en los próximos años puedan tener mejores pensiones”.