Si bien ni el diputado Jackson ni yo somos abogados, no es tan difícil saber que de acuerdo a las nuevas reglas procesales, y coincidiendo con el mismo día de su carta, ha sido el mismo fiscal Manuel Guerra quien ha transmitido públicamente que la condición de imputado la adquiere la persona contra quien se dirige una investigación desde el primer acto del proceso, independiente de si hay o no formalización. Más importante aún, el persecutor ha señalado que no tiene antecedentes que den cuenta de la intervención del ex Presidente en los hechos investigados. Por tanto, confundir la condición de «imputado» con la de «atribuir la participación en un delito» es una contradicción al principio de inocencia que dice con tanto ahínco respetar. O quizá yo estoy equivocado, y no es contradicción, porque el diputado Jackson se ha sumado a la tesis y modus operandi del diputado Gutiérrez.
Por último, es también interesante la tesis de los privilegios mediáticos y políticos. ¿Cuáles serían ellos? ¿No es acaso el ex Presidente Piñera y toda la coalición de centroderecha -y mi partido especialmente- los que han estado en la lupa de los ciudadanos y medios de comunicación? Me gustaría saber la opinión del diputado sobre los casos que involucran a su ex coalición -la Nueva Mayoría- o a la candidatura presidencial que apoyó, y si no considera que hay algún privilegio de los que hace alusión. Seguro que me dirá que es un intento de empate, pero no, no lo es. Simplemente deseo saber cuál es el estándar que utiliza para medir dichos privilegios. Quizá otra vez yo esté equivocado y no haya ninguna contradicción, porque el diputado se ha sumado nuevamente a la tesis y modus operandi de algunos de sus ex compañeros de coalición. (El Mercurio-Cartas)
Jaime Bellolio
Diputado UDI