Fueron dados a conocer los resultados del Conteo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle, realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Alberto Hurtado, por encargo del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Los resultados dan cuenta de la existencia de 547 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de calle, sin la compañía de un adulto responsable o grupo familiar.
La situación de calle presenta características distintas a las observadas en la población adulta: son niños y niñas que transitan entre sus hogares familiares, residencias del Sename y la calle. Esta población dista de vivir solo en la calle -como ocurre con más frecuencia en la población adulta-, sino que incorpora la calle como uno de varios lugares de pernocte. La exposición a la calle a temprana edad los deja expuestos a una serie de vulneraciones de sus derechos, como el acceso a salud, educación, protección, por mencionar solo los más básicos. Los datos del conteo muestran una vez más como el Estado de Chile ha fallado en el resguardo y protección de la niñez más vulnerable del país.
Se trata de niños y niñas a quienes el sistema educacional no ha sabido retener (54,7% no asiste a la escuela), o no ha logrado que avancen en su proceso formativo como sus pares de edad (60,6% registra rezago escolar). Son niños y niñas que enfrentan dificultades para recibir atención médica en caso de necesidad (21,1% no ha recibido atención médica en caso de enfermedad), en muchos casos dado que son menores de edad y no cuentan con una persona adulta que les acompañe (las instituciones de salud se niegan a atenderlos). Y aún más grave, son niños y niñas a quienes el sistema residencial de protección estatal no ha sabido proteger (75% pernocta en la calle de manera intermitente o esporádica, en alternancia con estadías en centros de protección) y que con alarma pública han hecho noticia debido a que en los programas de protección del Sename se han visto sometidos a malos tratos, abusos y discriminación.
Si bien la visibilización de esta realidad por parte del gobierno es un avance, se hace necesario contar con una política pública que permita la instalación de un sistema integral y articulado de protección de la niñez, que deje atrás la adopción de medidas paliativas, asistencialistas y de corto plazo, que no resuelven la situación de los niños, niñas y adolescentes que hoy se encuentran expuesto a diversos riesgos y vulnerabilidades.
Si bien se trata de un segmento acotado de la sociedad, hay muchos más que se encuentran en riesgo de ser niños de calle, en la medida que abandonan el sistema escolar, aumenta el consumo de drogas y no existen medidas de protección reales en las residencias donde viven. Se requiere un sistema de protección especial para ellos, más allá de los dispositivos actuales y que se basan principalmente en esfuerzos articulados desde la sociedad civil. Se requiere actuar con urgencia para que los niños vulnerados de hoy, mañana no sean adultos vulnerados. (La Tercera)
María Paz Trebilcock, U. Alberto Hurtado