Venezuela acusó este sábado al alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, de apoyar un «golpe de Estado fascista» en el país caribeño, luego de que publicara lo que Caracas tilda de un «sucio comunicado» en el que asegura que no se ha aportado la «evidencia pública necesaria» para declarar a Nicolás Maduro presidente reelecto.
En respuesta, el Gobierno venezolano expresó que estas declaraciones «hunden nuevamente a ese bloque en el fango putrefacto», además de que muestran el «odio y complejo de este funcionario, quien en el ocaso de su mandato y bajo instrucciones de los Estados Unidos de Norteamérica pretende mostrar su conducta intervencionista y neocolonial, apoyando un golpe de Estado fascista» en el país.
En un comunicado, la Administración de Maduro advirtió a la UE que su «irrespeto continuado a la soberanía e independencia de Venezuela y sus poderes públicos» se puede convertir en «un nuevo salto al vacío que afectará, de manera considerable, las relaciones diplomáticas, políticas y económicas».
En este sentido, aseguró que «no tolerará ningún acto insensato que viole los principios consagrados en la Constitución y el derecho internacional, y apelará a la doctrina bolivariana, anticolonial y antiimperialista que inspiraron las luchas que expulsó del suelo sagrado de la patria a los imperios europeos hace más de 200 años».
El Gobierno chavista exigió «respeto a su integridad», y exhortó a la UE a «abstenerse de emitir opinión alguna sobre los asuntos que le competen, de manera exclusiva, a los venezolanos».
LA UE SOLO RECONOCERÁ «RESULTADOS COMPLETOS Y VERIFICABLES»
En una declaración en nombre de la UE, Borrell dijo este sábado que «solo se aceptarán y reconocerán resultados completos y verificables independientemente para garantizar que se respete la voluntad del pueblo venezolano».
Hasta el día de hoy, según la declaración, las autoridades venezolanas «no han aportado la evidencia pública necesaria para evaluar el proceso electoral según los estándares señalados por el panel de expertos de la ONU».
Precisamente, el informe provisional de ese Grupo de Expertos de las Naciones Unidas, invitado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, «ha puesto de relieve la falta de fundamentación de los resultados anunciados», dijo.
El bloque comunitario instó de nuevo al ente comicial a que «publique y verifique de forma independiente las actas oficiales de votación de todos los centros».
Se trata de un nuevo ataque del régimen contra las voces internacionales y los gobiernos extranjeros que no reconocen el triunfo electoral de Maduro, cuestionado por sospechas de fraude, pero cuyos resultados fueron ratificado el viernes por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, controlado por el chavismo.
Ayer el canciller venezolano, Yván Gil, tachó al Presidente Gabriel Boric de ser «una pieza comprada por los EE.UU., cobarde y arrastrada (…) el hazmerreír del continente, el más sumiso peón norteamericano».
Esto luego de que, en la víspera, el Mandatario chileno reafirmara la postura de que Chile no reconocerá los resultados informados -mas no transparentados- por Caracas, y denunciara que el régimen de Maduro es «una dictadura que falsea elecciones» y que la sentencia del TSJ está «signada por la infamia».
Pese al anunciado triunfo de Maduro, la principal coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)- insiste en la «victoria» de su abanderado, Edmundo González Urrutia, con base en «el 83,5 % de las actas» que asegura haber obtenido a través de personas que fueron testigos y miembros de mesa durante la jornada electoral.
CARACAS AGRADECE A IRÁN SU RESPALDO «ANTE OLA DE AGRESIONES»
En paralelo, Caracas agradeció a Irán por su respaldo «ante la actual ola de agresiones que busca desestabilizar» a la nación caribeña, le manifestó el canciller Gil en una conversación telefónica con su homólogo el país persa, Abas Araqchi.
Además, Gil indicó, en un breve mensaje difundido en Telegram, que reafirmaron la «sólida amistad» entre sus países y revisaron los acuerdos de cooperación bilateral vigentes, con miras a «explorar nuevas áreas», de las que no ofreció detalles.
Según informó este sábado la agencia IRNA, durante la conversación telefónica, Araqchi condenó «cualquier injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela», y enfatizó que la nación latinoamericana tiene un «lugar especial» en la política exterior iraní.
El presidente iraní ya había felicitado a Maduro por su victoria en las elecciones durante una conversación a principios de agosto, rechazando también la «injerencia extranjera» en asuntos internos de Venezuela.
Irán mantiene sólidas relaciones con varios países latinoamericanos, incluida Venezuela, con el que firmó en junio de 2022 un acuerdo de cooperación de 20 años en el sector energético y otras áreas. (Cooperativa EFE)