“No vamos a insistir con el mismo proyecto. Vamos a hacer esta ronda de consultas para modificar el proyecto, para ir con una iniciativa ajustada incorporando la retroalimentación de estos distintos actores. En cuánto a qué pasos se van a seguir. Si vamos a ir por el lado de la insistencia por el lado del Senado, o la presentación de un proyecto después de un año eso es algo que vamos a ver después. Es más importante tener claro sobre cuál va a ser el proyecto con el cual vamos a insistir. El gobierno no ha desechado la insistencia en el Senado. Para insistir en el Senado no es necesario ir con el mismo proyecto. De la misma manera en que la norma de acuerdo a la cual no se puede presentar un proyecto rechazado dentro de un año y eso involucra todo su contenido, de la misma lógica uno puede insistir con un proyecto que no sea una copia del que fue rechazado en general”, sostuvo Marcel.
Por otro lado, indicó que los proyectos que ya están en proceso van a continuar su curso, como es el caso del royalty minero.
“En cuanto a la reforma tributaria, el gobierno ha definido cuatro cosas. Primero que los proyectos que están en proceso, el royalty minero que está para votación en la Comisión de Hacienda, y los proyectos de rentas regionales e impuestos correctivos que están en preparación van a seguir su curso. Por supuesto que tendremos que redoblar los esfuerzos y las señales de disposición al diálogo, pero siguen su curso adelante. Lo que se refiere a la reforma en materia de renta, el gobierno va a iniciar una ronda de consultas con distintos sectores de cara a definir ajustes respecto al proyecto que fue rechazado en la Cámara de Diputados. De tal manera que el gobierno al momento de retomar la agenda de ese proyecto en particular no va a ser con la incorporación de la visión de todos estos sectores. Estamos hablando de sectores de grandes empresas, pequeñas empresas, trabajadores, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones profesionales. En esas conversaciones vamos a hablar no solo de impuestos, sino de los destinos de los recursos”, señaló el ministro de Hacienda.
Asimismo, puntualizó que para el Ejecutivo es fundamental el tema de la responsabilidad fiscal.
“El tema de la responsabilidad fiscal para el gobierno es inclaudicable. Vamos a mantener las metas fiscales. Vamos a mantener la disciplina fiscal, y esperamos que las propuestas que se nos hagan sean dentro de esa lógica. No podemos trabajar sobre la base de deseos, ilusiones, respecto a lo que se puede hacer en materia de redistribución del gasto público. Si fuera tan fácil generar US$2.500-US$2.700 millones de financiamiento del Estado para financiar la PGU, si fuera tan fácil generar US$7.500 millones para reemplazar la reforma tributaria, ya se habría hecho y lo habría hecho probablemente el mismo exministro que ha estado hablando sobre el tema”, dijo.
REUNIÓN EN HACIENDA
Con la convicción de que habrá que renunciar a algunas de las aspiraciones más sentidas del oficialismo, como el impuesto al patrimonio, para sellar un acuerdo con la oposición que permita avanzar en una reforma tributaria que recaude lo suficiente para cumplir con los compromisos sociales del Gobierno, llegaron este lunes hasta el Ministerio de Hacienda los representantes oficialistas en las comisiones de Hacienda del Senado y la Cámara.
En la cita, encabezada por el ministro Mario Marcel y programada para las 13:00 horas, que partió con bastante retraso, se tomaron un tiempo –demasiado largo, según algunos de los asistentes– para repasar el episodio del rechazo de la reforma tributaria en la Cámara. Para, acto seguido, entrar en materia con la confirmación del secretario de Estado de que el Gobierno no insistirá en el Senado con la reforma tributaria original y analizar con los participantes en la reunión algunos de los pilares de la nueva propuesta.
Tras el encuentro, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) –quien asumiría este año la presidencia de la Comisión de Hacienda– señaló que en la reunión se analizó la necesidad de “buscar mecanismos de entendimiento para generar un acuerdo que permita poner en tabla una reforma que financie bienes públicos”. Su par del PC, senador Daniel Núñez, lo complementó explicando que se priorizarán temas como el royalty minero, los impuestos correctivos y la Ley de Rentas Regionales.
En materia de royalty, el parlamentario comunista detalló que la idea es generar un “acuerdo muy transversal” con todo tipo de organizaciones sociales y regionales para presionar a la oposición a fin de que apoye esta iniciativa en la Comisión de Hacienda y evitar que el sector intente rebajar la recaudación que se busca con este proyecto.
MÁXIMO PRAGMATISMO
Por su parte, el diputado Jaime Sáez (RD) hizo hincapié en que el diálogo que se abrirá en las siguientes semanas con distintos actores sociales –empresa, academia, oposición, entre otros– debería tener énfasis en un mensaje más claro acerca del destino de los recursos recaudados y en la importancia de la responsabilidad fiscal. Desde su punto de vista, la nueva propuesta debería poner el foco en la recaudación, en lo que juega un rol significativo la agenda antievasión, antielusión y el fortalecimiento del Servicio de Impuestos Internos, ya que “sólo en ese ítem de la reforma estaba planteado recaudar un poco más de un tercio del total al que se aspira”.
Agregó que desde la perspectiva del Frente Amplio (FA), además de la recaudación, lo fundamental es «actuar con el máximo pragmatismo que sea posible”, siempre que con ello no se obtengan menos recursos que impidan cumplir los compromisos sociales.
Por su parte la diputada Gael Yeomans (CS), que asumiría este año la presidencia de la Comisión de Hacienda de la Cámara, agregó a lo comentado que “esta semana se inicia el proceso de diálogo para, a partir de ahí, diseñar una estrategia”. Pero dados los desafíos que debería asumir, también planteó su preocupación acerca de cómo se trabajará en Hacienda tras la votación de la oposición en la Sala.
Y el expresidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD), reflexionó acerca del “enfoque del Gobierno”, ya que le parece “correcto, realista y práctico” priorizar los compromisos, recaudando lo necesario para financiar las políticas sociales. (Pulso-DF)
