El ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió a cómo conjugar los niveles de productividad en el país, que hace años permanecen estancados, con el proyecto del Gobierno que busca reducir la jornada laboral a 40 horas, o el alza de la cotización con cargo al empleador que se impulsará con la reforma de pensiones.
Esto, considerando que una de las metas económicas autoimpuestas por el Presidente Gabriel Boric en su primera cuenta pública dice relación con que la productividad vuelva a crecer a un ritmo de 1,5% al año, de modo tal que el producto potencial suba a un 4% anual.
En ese sentido, el jefe de la billetera fiscal explicó que «lo que tenemos que tener claro es que una jornada laboral más corta en principio involucra o acarrea mayores costos laborales, salvo que haya un funcionamiento más productivo, más eficiente de las empresas, de las organizaciones. Por lo tanto, el elevar la productividad es una convicción necesaria para que reformas que aumenten los costos laborales, como es la reducción de la jornada laboral, como es el aumento de la cotización de cargo al empleador en la reforma de pensiones, no se hagan a costa del empleo. Entonces, es un requisito».
No obstante, comentó que «no es un requisito en el sentido de cosas que tienen que ocurrir todas en otra parte. En el mismo proyecto, con las propuestas que se hagan en materia de reducción de la jornada laboral, va a ser muy importante dejar el espacio para que la forma en que se aplica esa jornada laboral se adapte a las necesidades de funcionamiento de distintas actividad económicas«.
Por lo mismo, indicó que «en el proceso que se está iniciando ahora para el tema de la reducción de la jornada, se va a ir haciendo un recorrido sector por sector, viendo cómo esos distintos sectores aplicarían esa jornada de acuerdo a lo que son sus requerimientos de funcionamiento. En ese sentido, se va a hacer un trabajo bien cuidados, de tal manera que la reforma cuando se presente, y eventualmente cuando se apruebe en el Congreso, no solamente se aplique de manera gradual, de manera que no generemos un shock inmediato sobre el funcionamiento de las distintas actividades, sino que además se pueda adaptar al funcionamiento de cada una de ellas«.
«Hay temas de eficiencia, la organización del trabajo, la aplicación del trabajo, que van a ser muy importantes para que esta sea una reforma que sea positiva en todos los sentidos», subrayó.
Tras ello, Marcel indicó «tenemos la experiencia de la reducción anterior de la jornada laboral que se produjo con periodos de varios años, así que exactamente cuál va a ser esa gradualidad, cuán diferido va a ser ese proceso es parte de lo que tiene que plantearse e incorporarse en los proyectos cuando se presenten al Congreso. Pero en este momento estamos en una etapa de sensibilizar este tema, y adecuarlo a las necesidades de distintos sectores para que contribuya a mantener el empleo y aumentar la productividad«.
Y advirtió que «aún si tuviéramos cifras de productividad de 1,5% este año, no podríamos tener la seguridad de que eso se va a mantener sostenidamente en el tiempo. Por ejemplo, el año pasado tuvimos un aumento de productividad que tuvo más que ver con la dinámica de la producción versus el empleo«.
«Esto es una tarea de mediano y largo plazo, y más que una cuestión de pre condición, lo importante es que el mismo proyecto, la misma propuesta de reducción de la jornada laboral contenga, incorpore esta necesidad de adaptabilidad para que pueda tener ese efecto positivo», zanjó.
Finalmente, consultado por las fechas en que se podría comenzar a debatir en el Parlamento la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el titular de Teatinos 120 manifestó «lo que es claro es que en lo que resta de este año ya vamos a tener una propuesta en el Congreso, vamos a poder ver todo el resto de los detalles con la precisión que se requiere». (Emol)