Como el trazo de un lápiz gigante en el cielo, un misil nuclear Minuteman 3 desarmado partió de un bunker subterráneo en la costa de California el jueves y se elevó sobre el Pacifico, reafirmando el poder de Washington en medio de las crecientes preocupaciones por el intento de Corea del Norte de lograr armas nucleares que puedan llegar a territorio estadounidense.
Cuando se trata de disuadir de un ataque a Corea del Norte o a otros posibles adversarios, el misil es el mensaje.
A las 23:01 (hora estándar del Pacifico) del jueves, el misil Minuteman, equipado con instrumentos de prueba en lugar de con una cabeza nuclear, se adentró en la noche con una explosión de fuego. Trazó un arco hasta su campo de pruebas, en el atolón Kwajalein, una cadena de islas a unas 2.500 millas al suroeste de Honolulu.
Unos 30 minutos después, el vehículo de reentrada que transporta la carga útil del misil alcanzó su objetivo, dijo el coronel Craig Ramsey, comandante de la 576 escuadrón de pruebas de vuelo, a un grupo de observadores entre los que estaba el subsecretario de Defensa, Robert Work y Cecil Haney, el comandante de mayor rango en la lucha contra la guerra nuclear.e cayó el misil Minutemen 3.
La prueba, llamada «Glory Trip 218», fue la segunda este mes y la última de una serie de ensayos que buscan confirmar la fiabilidad de los misiles de la época de la Guerra Fría y de todos sus componentes.
Tras el lanzamiento, Work aseguró que “nosotros, los rusos y los chinos, de manera rutinaria, hacemos lanzamientos de prueba para probar la capacidad operativa de estos misiles y comprobar que podemos confiar en ellos. Y esto es una señal… de que estamos preparados para utilizar armas nucleares para defender nuestro país si es necesario”.