De cara a la primera Reunión de Política Monetaria (RPM) del Banco Central de 2023, que inició hoy miércoles y concluye este jueves, el mercado apuesta a que el Consejo del ente rector optará por mantener la tasa rectora en su nivel actual de 11,25%.
Esa fue al menos la sugerencia que hizo el Grupo de Política Monetaria (GPM) en su conferencia habitual previo al anuncio, tomando en cuenta antecedentes como una eventual baja en la tendencia inflacionaria de Chile que podría comenzar a consolidarse en los próximos meses, asociada en gran parte a la depreciación del dólar frente a la moneda local.
Cabe recordar que en su último encuentro de 2022, la entidad presidida por Rosanna Costa sostuvo en un comunicado que si bien existían signos de resolución de los desequilibrios, la convergencia inflacionaria a la meta en torno a 3% continuaba sujeta a riesgos, por lo que mantendrían la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 11,25% hasta que «el estado de la macroeconomía indique que dicho proceso se ha consolidado».
Consultado por el tema, Francisco Simian, economista jefe de Altafid, espera que el tipo rector continúe en su nivel actual. «En los últimos meses la inflación interanual ha disminuido, pero continúa alta en nivel y volatilidad. A su vez, las expectativas de inflación a dos años continúan sensibles a la coyuntura», sostuvo.
«Si observáramos disminuciones de la inflación entre enero y marzo, y además las expectativas a dos años disminuyeran, el Banco podría recortar su tasa en la reunión del 4 de abril. La magnitud de este recorte dependerá no solo de la caída en la inflación, sino también del ritmo de crecimiento económico. En nuestra opinión, el Banco no pondrá en riesgo la consecución de su objetivo inflacionario con una baja agresiva», acotó Simian.
Por su parte, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, indicó «esperamos que el Banco Central mantenga su tasa de política, reconociendo que aún es es necesario esperar señales más contundentes que apunten a menores presiones inflacionarias. La economía aún requiere de ajustes para recobrar los equilibrios macro, por lo que predominaría la prudencia».
De todas maneras, Lehmann prevé que «entregaría un tono más positivo, entendiendo que la fuerte baja en el tipo de cambio contribuye a quitar presión a la inflación».
En cuanto a futuros cortes, el economista anticipa que «a partir de mayo el Banco Central inicie un proceso de baja en la tasa de política. En ese entonces habrá ya recabado suficiente información para iniciar con proceso que garantice la convergencia hacia la meta de 3%».
«Esperamos que el Banco Central mantenga su tasa de política, reconociendo que aún es es necesario esperar señales más contundentes que apunten a menores presiones inflacionarias. La economía aún requiere de ajustes para recobrar los equilibrios macro, por lo que predominaría la prudencia» Sergio Lehmann, economista jefe de BCI
Carlos García, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, dijo que «lo más probable es que el banco central mantenga la tasa de interés. Si bien existen noticias positivas en el precio de la energía y los alimentos, aún es muy prematuro para que el banco tome la decisión de bajar la tasa».
Y mencionó que existen «altas probabilidades de reducción de la tasa de interés solo desde el segundo semestre del 2023, una vez que la inflación muestre una tendencia claramente a la baja, menores precios de la energía y los alimentos y una reducción sustancial del nivel de actividad».
El economista jefe en BICE Inversiones, Marco Correa, apunta a que la tasa rectora «se mantendrá en niveles de 11,25%, dado que, si bien los últimos registros de inflación han disminuido, aún queda un largo camino por recorrer para que converja a la meta de 3,0%. Además, la actividad ha evolucionado en línea con lo expresado en el último IPoM, por lo que el corredor de TPM seguiría vigente, y para esta reunión se proyectaba una mantención».
«Por ahora, proyectamos que las autoridades del Banco Central comenzarán el proceso de recortes de TPM en la reunión de abril. Si la actividad eventualmente se resintiera mucho más, impactando negativamente a la inflación, este proceso podría comenzar antes. Por otra parte, de darse nuevas sorpresas positivas de inflación, con una actividad más resiliente, el proceso podría retrasarse hasta la reunión de junio», aseguró Correa.
Tomás Flores, economista de LyD, recalca «debería mantenerse la TPM debido a que las alzas previas han logrado alterar la trayectoria de inflación tal como se había previsto, debiendo mantenerse hasta que la inflación sea de sólo un dígito».
«Es probable que en abril o mayo próximo ya la inflación esté en torno a 9,3% en una trayectoria de convergencia de 4% aproximadamente en diciembre. Ello activará la senda de reducción paulatina de la TPM en la medida que las expectativas se anclan nuevamente», añadió Flores.(Emol)