Michael Stott (FT): “Boric ha llegado tarde para atraer inversiones”

Michael Stott (FT): “Boric ha llegado tarde para atraer inversiones”

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Michael Stott es miembro del Consejo Editorial del Financial Times, corresponsal por A. Latina, profesor de geopolítica y ha cubierto más de 60 países. Aquí analiza qué esperar de Trump y el panorama en el continente. De Chile, dice que habrá que esperar un nuevo gobierno “que entienda la importancia de atraer inversiones”. Sus opiniones en esta entrevista son a título personal.

-¿Crees que hay una visión acertada de lo que quiere hacer Trump en el mundo y en América Latinal? 

-Trump está poniendo el dedo sobre algunos problemas de muy larga duración. Está planteando muchas propuestas radicales para solucionarlos, con las cuales no todos estaremos de acuerdo. Pero al menos está levantando la posibilidad de considerar hasta lo impensable para resolver estos problemas. Sea el tema de la guerra de Ucrania o el Medio Oriente. Y eso quizás abre las puertas para soluciones más imaginativas.

-¿Cuáles, por ejemplo?

-Bueno, en Ucrania se propone la idea de que un cese al fuego es el camino hacia la paz, porque es una guerra donde nadie puede prevalecer militarmente. Eso es algo que nadie quería decir. Porque implicaba cambiar los objetivos originales que tenían ambos lados. Los ucranianos de sacar a Rusia totalmente y los rusos de conquistar totalmente Ucrania. En cuanto al Medio Oriente, implica repensar un poco todo el conflicto palestino. Trump cogió el tablero del juego y lo lanzó al aire. Las piezas están en el aire y todo el mundo está asustado, evidentemente, preocupado. Pero ese hecho de que las piezas están en el aire crea oportunidades que antes no existían.

-¿Qué gobiernos están haciendo las cosas correctas en América Latina hoy día? 

-Pues hay un ejemplo poco hablado que me llama la atención que es República Dominicana, que es un gobierno pragmático, muy pro negocios y pro inversión. Ha tenido un crecimiento económico sostenido un poco mayor al 5% ya por 20 años.

-¿Y otros países?

-Uno quisiera que hubiera muchos más ejemplos. Creo que también hay que reconocer que Brasil ha crecido mucho más de lo esperado los últimos dos años. Quizás algunas de las reformas estructurales que se realizaron durante la administración de Bolsonaro han tenido efectos mayores a largo plazo de estimular la actividad económica. En Paraguay, hay un mensaje bueno hacia los inversionistas, pero el desafío es la institucionalidad y la transparencia. Incluiría a Argentina en este grupo, porque está haciendo algunas cosas bien, no todas, pero hay que darles el crédito.

-Has dicho que es muy importante para los países la diplomacia presidencial. ¿Cómo ves a Chile en ese plano?

-El presidente Boric, al comienzo de su administración, no estaba pensando en inversión extranjera. Esa era la última de sus prioridades. Él tenía muy en mente la necesidad de una reforma constitucional, que le costó mucho capital político. Y ha ido lentamente entendiendo que sus visiones originales no eran posibles de realizar. Entonces ha ido volviéndose más pragmático, reconociendo más la importancia de la inversión. Pero Boric ha llegado tarde para lograr el crecimiento económico.

¿Habrá que esperar el próximo gobierno para eso?

Después de las elecciones de este año están todas las posibilidades de que salga un gobierno que entienda la importancia de atraer inversiones y que mande al mundo el mensaje de que Chile nuevamente está abierto a los negocios. Pero creo que Chile sigue conservando muchos atractivos para la inversión extranjera. Sigue teniendo una gran estabilidad política y unas instituciones sólidas y una población educada.

-¿Los llamados “instintos animales” de los inversionistas sólo van a despertar en Chile en un gobierno de otro signo?

-Sí, creo que la prueba de fuego es si un nuevo gobierno chileno puede atraer de vuelta mucho de ese capital que salió del país durante la administración Boric, que fueron muchos miles de millones de dólares. Y tendrán que regresar para que realmente se desate una ola de actividad económica para reactivar el país.

-Si hace 8 o 10 años, te hubiésemos preguntado qué países están haciendo lo correcto en América Latina, tú probablemente habrías puesto a Chile. 

-Sí, ciertamente. Supongo que esta administración en Chile va a salir del poder hacia final de año con cierta frustración de no haber podido lograr todas las cosas que quiso. Y una de estas cosas era un crecimiento económico mayor.

-Antes tenías mucha confianza en lo que podría hacer Mario Marcel, ¿no? 

-Bueno, tiene una gran experiencia en el tema económico por sus años en Hacienda y en el Banco Central. Es una persona que entiende muy bien la parte técnica y ha logrado hacer un ajuste fuerte, al principio del gobierno, lo que no era fácil de lograr. Donde quizás ha sido más complicado ha sido en la parte de atraer inversión.

-Aquí en Chile se habla mucho de Milei. ¿Cuál es tu impresión sobre Argentina?

-Argentina ha dado algunos pasos correctos, necesarios, sin duda. Y el avance de Milei en reducir la inflación y cerrar el déficit tan rápidamente fueron logros considerables. Él heredaba una situación económica realmente desastrosa.

Se debe destacar también lo que se está haciendo en el tema de desregulación en Argentina; quitar un montón de restricciones innecesarias a la economía, un esfuerzo que está teniendo bastante éxito. Pero hay también medidas desmesuradas como la paralización total de la inversión pública. Y queda por ver todavía si logra manejar el tema espinoso de la tasa de cambio, del CEPO, una bomba que no se ha desactivado.

-¿Crees que el modelo de Milei es un modelo para Chile?

-Son circunstancias muy distintas. Chile no está en una crisis económica total, no tuvo el mismo problema inflacionario, deficitario, de impresión de billetes. Donde quizás pueda tener una cierta relevancia la experiencia argentina es en el tema de desregular y quitar restricciones innecesarias. En ese tema quizás Chile podría revisar algunas experiencias argentinas.

-Hay un debate sobre la inversión china. ¿Qué trae detrás la inversión china que puede ser negativa?

-Yo diría que hay que equilibrarla con la inversión de otros países y no depender demasiado de la inversión china. Porque los chinos tienen una dominancia en ciertas tecnologías que es innegable. La parte negativa es que podrá haber corrupción. Podrá haber presiones políticas que acompañen la inversión. Pero francamente no sé hasta qué punto sea tan distinto a lo que ha sucedido en el pasado con la inversión norteamericana. No es que los norteamericanos jamás hayan hecho presiones políticas ni que hayan sido santas palomas. La corrupción es un problema de todo el mundo.

-¿Hay alguna posibilidad de que Chile se beneficie de las políticas de Trump?

-Si América Latina comienza a considerar seriamente una integración regional, eso podrá ser beneficioso para Chile Pero es algo indirecto. Hoy Trump está mucho más interesado en fomentar la actividad económica dentro de Estados Unidos. Y lo que sucede con otros países de la región es de una importancia menos que secundaria para ellos. O sea, realmente no figura prácticamente. (por Cristián Bofill, Ex Ante)