Don Renato Cristi en carta a «El Mercurio» de ayer sitúa el inicio del milagro alemán con una orden inglesa para la fabricación de autos en 1945 y sostiene que Inglaterra fue más dañada industrialmente por los bombardeos que Alemania. Yo difiero de esa opinión. En el blitz se arrojaron cerca de 40 mil toneladas de bombas sobre Inglaterra. Los aliados arrojaron 1,6 millones sobre Alemania. Los ingleses perdieron 40 mil civiles, los alemanes, 500 mil víctimas de bombardeos.
Alemania además fue invadida por tierra y destruida —incluidos sus puertos e infraestructura eléctrica— y los rusos desmantelaron toda su industria pesada y se la llevaron a la URSS junto con los ferrocarriles, camiones y todo lo que encontraron a mano.
El milagro económico no empezó por una orden de los ingleses, sino que por una decisión alemana. El año 1948, Erhard decretó la liberación de precios, la reducción de impuestos y el cambio de moneda. Además ese mismo año partió el plan Marshall. Alemania Federal recibió, sin embargo, menos de la mitad de fondos de ese plan que Inglaterra. Ambas economías crecieron en su producción industrial durante la II Guerra Mundial. Alemania pasó de jornadas de ocho horas diarias preguerra a turnos continuos de 24 y contaba con más de un millón de trabajadores forzados en su industria. Al término de ella Inglaterra optó por estatizar su economía, y Alemania, por liberarla, y 20 años después Alemania había superado a la economía inglesa.
Sería ideal que don Renato tuviera razón y bastara una orden de autoridad para reactivar una economía, pero no es así; son otras las razones que las impulsan y tienen que ver con libertad, propiedad, estabilidad monetaria y Estado de Derecho más que con órdenes superiores. (El Mercurio Cartas)
Gerardo Varela A.