Ministerio de Seguridad Pública, cómo evitar que sea un desastre

Ministerio de Seguridad Pública, cómo evitar que sea un desastre

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La idea de un Ministerio de Seguridad Pública suena muy seductora, más aún cuando la inseguridad es el principal problema de los chilenos, razón por la que a pocos en el mundo político importa que sea el ministerio N°25 o que su existencia implique mayores gastos o bien un aumento del presupuesto público, algo que literalmente paga Moya, es decir cada uno de nosotros.

Donde la gente se equivoca es caer en la trampa de que por el solo hecho de haber un ministerio dedicado a la seguridad pública se acabó la delincuencia y la actividad criminal que nos afecta, que es lo que el gobierno y en particular la ministra Tohá está transmitiendo, presentándolo como la gran solución a los males que nos afectan. Ya sabemos que la existencia del Ministerio de Economía no hace que el país crezca más, o que por haber un Ministerio de Agricultura se van a acabar las sequías, y va a llover cuando y como los agricultores desean.

Mucho más importante que tener un Ministerio de Seguridad Pública es tener una estrategia de seguridad pública que es parte de una estrategia de seguridad nacional. Una estrategia implica tener claridad sobre el diagnostico, medios y estrategia de uso de los medios, y por, sobre todo, objetivos y metas a cumplir. Da la impresión de que el gobierno y el sistema político en general están colocando la carreta delante de los bueyes, algo que hacen con más frecuencia de lo deseado.

Como el gobierno y el sistema político hicieron oídos sordos a las recomendaciones de los expertos en materias de seguridad, y a los que saben de organizaciones de gobierno y de las deficiencias del modelo político chileno, esperamos que acepten algunas sugerencias objeto que el Ministerio genere valor agregado, que no sea uno que produzca menos seguridad de la que tenemos, y que no termine en la categoría de error político administrativo como son la creación de los gobernadores, o bien la eliminación del binominal.

Dado que el Ministerio de Seguridad Pública ya es ley, se podrían considerar las siguientes recomendaciones para buscar que sea efectivo en su trabajo cuando sea una realidad en 2025:

  1. Tener una estrategia de seguridad pública antes de que el ministerio arranque en sus funciones, en la que quede claro el rol y funciones de esta organización.
  2. Revisar la dependencia de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), ya que en lo publicado a la fecha se indica que quedará reportando a Interior. Junto con ello se debe buscar sacar adelante la nueva ley de inteligencia, y dotar de más recursos a la ANI, como también de roles operativos. Nuestro sistema de seguridad pública necesita más y mejor inteligencia, de lo contrario seguirá siendo altamente inefectivo.
  3. Si bien es cierto que siempre se puede coordinar el esfuerzo de otros, en el caso de la seguridad pública, tener el control más que la coordinación ayuda, y en ese sentido aparte de la ANI, también sería bueno que le reportara Gendarmería, dejando a la Policía Marítima, Aduanas, el SII, la UAF, Ministerio Público, y Tribunales en modo de coordinación, pero en el entendido que son parte del sistema de seguridad pública, y por ende coordinados y dirigidos por el ministerio para los fines pertinentes.
  4. El aumento en efectividad esperado puede ser mínimo si es que no hay aumentos de las capacidades policiales, del Ministerio Público y tribunales, ya que los principales cuellos de botella están en los recién mencionados, y que, de no solucionarse, nada va a pasar, y ninguna mejora se va a apreciar.
  5. Se debe ser preciso respecto del rol de los seremi de seguridad pública y de los departamentos provinciales que les reportarán. Las policías ya tienen sus propias líneas de mando, y esquemas de trabajo con el Ministerio Público, por lo que no queda claro de que forma los seremis van a ser de utilidad, y lo mismo aplica a los delegados presidenciales. Los procesos y sistemas deben tratar de ser lo más simples posibles, ausentes de complejidades innecesarias. En ese sentido, crear una organización que parece más bien dejar contentos a todos no es la ruta para el éxito.
  6. Como recomendación final, por favor contraten consultores especialistas en procesos, sistemas, cuadros de mando, estrategia y lo que sea necesario para tener algo que funcione adecuadamente, incluyendo ajustes a la estructura inicialmente pensada.

Sé que hay quienes aprobaron el proyecto de ley del Ministerio de Seguridad con la esperanza de mejorarlo después y antes que arranque operando. Sé que no tenían una buena opinión de la propuesta del gobierno, y que votaron a favor quizás por presiones políticas, pero ahora llegó el minuto de ser responsables y trabajar los aspectos que se deben mejorar. La ministra Tohá no va a estar en el próximo gobierno y no se hará responsable por su correcta administración y operación. (El Líbero)

Richard Kouyoumdjian