El primer ministro británico, Boris Johnson, sobrevivió el lunes a una votación de censura, pero la rebelión de 148 de los 359 legisladores del Partido Conservador supuso un duro golpe para su autoridad.
La mayoría de los legisladores conservadores -al menos 180- tendrían que haber votado en contra de Johnson para que fuera destituido.
El resultado significa que Johnson se aseguró el respaldo del 59% de sus legisladores, menos que el apoyo dado a su predecesora Theresa May en una votación de confianza a la que se enfrentó en 2018.
Tras conseguir una amplia victoria electoral en 2019, el primer ministro se ha visto sometido a una creciente presión después de que él y su personal celebraron fiestas con alcohol en su despacho y residencia de Downing Street, cuando Gran Bretaña estaba bajo estrictos confinamientos por el Covid-19.
Tal es el enfado que el partido desencadenó una impugnación, forzando un voto de confianza anónimo sobre un liderazgo que antes parecía inexpugnable.
La medida hizo que legisladores de distintas alas del partido se rebelaran contra su líder. Un antiguo aliado acusó al primer ministro de insultar tanto al electorado como al partido al mantenerse en el poder.
«Usted ha presidido una cultura de incumplimiento de la ley en el 10 de Downing Street en relación con el Covid», dijo Jesse Norman, un ex ministro junior, antes de la votación.
El jefe anticorrupción de Johnson, John Penrose, también dimitió.
Decenas de legisladores conservadores han expresado su preocupación por la posibilidad de que Johnson, de 57 años, pierda su autoridad para gobernar Gran Bretaña, que se enfrenta al riesgo de recesión, al alza de los precios de los combustibles y los alimentos y al caos de los desplazamientos en la capital, Londres, provocado por las huelgas.
Sin embargo, su gabinete de ministros se agrupó en torno a Johnson y destacó lo que, según ellos, son los éxitos del Gobierno: una rápida puesta en marcha de las vacunas Covid-19 y la respuesta británica a la invasión rusa de Ucrania.
En las horas previas a la votación, Johnson dijo a los legisladores de su partido que apuntalaría la economía y volvería a las políticas conservadoras tradicionales, como la reducción de impuestos. (El Mostrador Reuters)