El Presidente de Bolivia, Evo Morales, desafió públicamente este domingo al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, quien ayer planteó que el Ejecutivo defenderá «con todo» la soberanía de su país, luego que La Paz decidiera presentar una demanda por el uso de aguas del río Silala.
Morales había anunciado el sábado un nuevo litigio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya «para que Chile respete nuestra agua en Silala». Esto porque, según él, el cauce ha sido desviado artificialmente hace un siglo, a razón de 180 metros cúbicos por segundo, hacia yacimientos mineros y poblados del norte. Este proceso se suma a otro planteado en 2013 ante la CIJ con el fin de obligar a Chile a negociar «de buena fe» la cesión de una salida soberana al mar, luego de décadas de ofrecimientos incumplidos, según La Paz.
«No se defiende la soberanía por algo que es robado, por algo que es invadido o asaltado o saqueado», protestó Morales. Y añadió: «Quiero que sepa el canciller de Chile invadir, robar, asaltar, saquear o mentir jurídicamente es delito y espiritualmente es pecado».
Según el Mandatario, que expresó el concepto en un acto público con agricultores del este de Bolivia, «algunas autoridades de Chile están cometiendo errores muy garrafales (aunque) yo sé que (este pensamiento) no es del pueblo chileno sino de algunos grupos». «Si el año 1879 (cuando Bolivia perdió 400 km de costa) hemos sido invadidos no es que quería el pueblo chileno sino la oligarquía, apoyada por las transnacionales (…) especialmente inglesas», señaló.
Morales respondió a los dichos de Muñoz, quien el sábado afirmó que «no importa cuántas demandas Bolivia interponga en los tribunales internacionales, Chile no cederá territorio soberano (…) Vamos a defender nuestros intereses nacionales con todo».
Muñoz dijo, además, que «si se materializa una demanda sobre las aguas del río Silala, Chile va a contrademandar a Bolivia, para salvaguardar los derechos de un río continuo». Su homólogo boliviano, David Choquehuanca, aseguró más temprano que Chile realizó negociaciones recientes para compensar a Bolivia por el uso de las aguas del Silala. (Emol EFE Cooperativa)