Movistar Chile anunció la venta del 60% de su filial de fibra óptica -Infraco- al fondo norteamericano KKR, el que a su vez se convertirá en un socio estratégico de la empresa de telecomunicaciones, ya que además de la transacción firmaron una alianza para acelerar el despliegue de la tecnología en el país.
El fondo, con sede en Nueva York, ya cuenta con experiencia en la industria de las telecomunicaciones, ya que está asociado a la firma española en otros negocios ligados a torres.
En el hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero se detalló que tras la operación Infraco quedó con una valorización de US$ 1.000 millones.
La historia del acuerdo, se remonta a la época en que el presidente de la Telefónica en Madrid, José María Álvarez-Pallete, anunció su spin-off con las operaciones latinoamericanas. La idea era separar sus cuatro países más rentables -España, Alemania, Reino Unido y Brasil-, con los negocios más débiles, con el fin de buscar para éstos últimos socios e inversionistas que les ayudaran a potenciarlos. Fue así, que nació las conversaciones con KKR, quienes pasarán a administrar los «home pass» de Movistar en Chile, es decir, la infraestructura que conecta a los usuarios a la última milla de la fibra óptica, mientras que los troncales continuarán en manos de la filial chilena.
Esta operación y alianza estratégica tiene un doble beneficio para los involucrados, ya que Movistar se transformará en el cliente ancla de KKR en Chile, fondo de inversión que busca debutar en el mercado mayorista del espectro; mientras que la operadora no sólo verá entrar nuevos ingresos, sino que también acelerará su plan de despliegue de este tipo de tecnología, donde a 2023 se prevé la conexión de 3,5 millones de hogares.
Aún así, este modelo de negocios tendrá que ser analizado por la Fiscalía Nacional Economía (FNE), instancia que solicitarán ambas partes una vez anunciado el acuerdo a la Comisión para el Mercado Financiero. (DF)