La jueza progresista del Tribunal Supremo de EE.UU., Ruth Bader Ginsburg, murió a los 87 años de edad por «complicaciones» en el cáncer de páncreas que sufría, informó este viernes (18.09.2020) la corte en un comunicado.
El tribunal indicó que la magistrada «falleció esta noche rodeada de su familia en su casa de Washington, D.C., debido a complicaciones de una metástasis en el cáncer de páncreas».
En el mismo comunicado, el jefe del Tribunal Supremo de EE.UU., John Roberts, nombrado por el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), rindió homenaje a la magistrada.
«Nuestra nación ha perdido a una jurista de estatura histórica. Todos en el Tribunal Supremo hemos perdido a una compañera querida. Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, una campeona de la justicia incansable y resuelta», expresó Roberts.
Nominada por el expresidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg era la jueza de más avanzada edad de los nueve que conforman el Supremo y en los últimos años había tenido problemas de salud que habían forzado varios ingresos hospitalarios.
La jueza llevaba años luchando contra el cáncer: en 2009 superó uno de páncreas; en 2018 tuvieron que extirparle unos nódulos malignos de su pulmón izquierdo; y en el verano de 2019 reapareció el tumor en el páncreas.
SU ESPOSO TAMBIÉN FALLECIÓ DE CÁNCER
El cáncer también le arrebató al amor de su vida, su esposo, Martin Ginsburg, fallecido en 2010.
Ginsburg llevaba casi tres décadas en el Tribunal Supremo, donde llegó en 1993 como la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de toda una carrera dedicada a causas feministas y a los derechos civiles.
La salud de la magistrada, por su avanzada edad, han tenido en vilo al país, especialmente a las filas progresistas, que temían que si Ginsburg abandonaba el Supremo, su sustituto sería elegido por el presidente, Donald Trump, para ampliar la ya existente mayoría conservadora de la corte más importante del país.
El presidente y la magistrada mantuvieron una difícil relación después de que Ginsburg lo calificara de «farsante» antes de las elecciones de 2016, un comentario del que tuvo que retractarse y que provocó que Trump pidiera su dimisión.
El Supremo está compuesto por nueve jueces con puestos vitalicios, actualmente 5 conservadores y 4 progresistas.
Trump logró en su primer año como presidente que la mayoría republicana en el Senado diera luz verde a su primer nominado para el Supremo, el juez Neil Gorsuch, y después, el 6 de octubre de 2018, consiguió lo mismo para que Brett Kavanaugh, acusado de abusos sexuales, se pusiera la toga en el alto tribunal.
SUCESIÓN DE MAGISTRADA
Minutos después del anuncio de su fallecimiento, el jefe republicano del Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, declaró que organizará una votación en la cámara alta del Congreso si el presidente Donald Trump nombra antes de la elección del 3 de noviembre al sucesor de la magistrada Ginsburg.
«Nosotros prometimos trabajar con el presidente Trump y apoyar su programa, especialmente sus notables selecciones para los puestos de jueces federales», declaró McConnell en un comunicado. «Una vez más, mantendremos nuestra promesa. El candidato del presidente Trump tendrá derecho a una votación en la sede del Senado», dijo.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, rindió tributo a la «vida increíble» de la magistrada Ginsburg, tras conocer sobre su fallecimiento en medio de un viaje de campaña.
Trump, quien se encuentra haciendo campaña en Minnesota, estaba en el escenario en medio de un mitin cuando se dio a conocer la noticia de la muerte de la popular jueza y fue informado del fallecimiento por reporteros después de su discurso.
«¿Acaba de morir?», dijo según reporteros en el lugar. «No lo sabía, ella tuvo una vida increíble, ¿qué más se puede decir?», añadió. (DW, efe, afp, AP)