Un grupo de mujeres de diversos partidos de oposición, integrantes de frentes feministas o de género, enviaron una carta al Senado dando cuenta del acuerdo unánime para solicitar que se asegure que el órgano constituyente donde se discuta y reflexione en torno a la nueva Constitución sea paritario y avance en su tramitación durante enero.
«Le solicitamos al Senado que el proyecto que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados sea tramitado y aprobado antes de que finalice este ciclo legislativo, es decir, durante el mes de enero, como plazo fatal«, indican.
El texto también plantea que «la fórmula se ha trabajado desde la Red de Politólogas y que fue aprobada en la Cámara es la que asegura de mejor manera la paridad de género en el órgano constituyente», por lo que piden que éste sea el mecanismo que se acoja.
Entre los argumentos esgrimidos por las representantes, destacan que «la exclusión de las mujeres afecta la calidad de la democracia», y recuerdan que «las mujeres somos más de la mitad de la población y más de la mitad de las electoras, sin embargo, dadas las razones anteriores, no tenemos la misma representación en los espacios de poder, y solo recién hace 71 años tuvimos derecho al voto».
Por lo anterior es que sostienen que «no se puede excluir a las mujeres de la discusión sobre la nueva constitución. La asignación paritaria de género dotará de mayor representatividad al órgano constituyente, y será la democracia la que se verá fortalecida. Esto porque, en parte, la mirada de las mujeres, sus experiencias de vida y necesidades basadas en un orden de género han quedado completamente fuera de la institucionalidad y de las reglas que rigen a nuestra sociedad».
El pasado 19 de diciembre, la Cámara de Diputados aprobó la paridad en el órgano constituyente con 98 votos a favor, 30 en contra y 17 abstenciones. Esto, debido al apoyo transversal de parlamentarios de todos los sectores políticos, desde el Partido Comunista, Frente Amplio, y hasta Renovación Nacional.
En tanto, los diputados UDI se dividieron entre rechazos y abstenciones, donde incluso el diputado Javier Macaya anunció que de aprobarse la norma, la llevaría al Tribunal Constitucional, pues a su juicio, era necesario que se aprobara con 2/3 de los parlamentarios (103 votos) y no con un quórum de 3/5, como ocurrió ese día.
La instancia también dio pie al «congelamiento» de la UDI en Chile Vamos, según informó la timonel Jacqueline Van Rysselbergue, demostrando así su molestia por no existir «respeto por los acuerdos». Sin embargo, la decisión fue revertida el pasado viernes tras una votación a mano alzada desarrollada en su consejo general. (Emol)
