Mujeres jefas de hogar con niños se duplican y alcanzan casi el...

Mujeres jefas de hogar con niños se duplican y alcanzan casi el 50%

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En algunos aspectos, los resultados de la tercera ronda de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI) vinieron a reforzar lo que manifestó la Casen el año pasado, como, por ejemplo, la disminución del tamaño promedio de los hogares.

Sin embargo, al ser su principal foco el desarrollo y crecimiento de los niños, el estudio plantea problemáticas con matices diferentes e interesantes resultados.

Así, la investigación que ocupa de muestra casos de niños y sus cuidadores de la primera y segunda versión de la encuesta, hechas en 2010 y 2012, y que suma un nuevo grupo de menores de hasta cinco años, reveló que las mujeres jefas de hogar en donde hay menores de hasta 12 años prácticamente se duplicaron.

Si en el Chile del Bicentenario, en 2010, eran el 24,1%, en 2017 alcanzaron el 47,7% (ver infografía). A eso se suma que el 95,8% del total de mujeres consultadas dijo ser la cuidadora principal de los menores.

Al respecto, la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, plantea que «si bien los hombres siguen siendo los principales perceptores de ingresos en Chile, en los últimos años se ha visto una tendencia al alza en la participación de las mujeres».

Añade que esta tendencia también ha apuntado a «una reducción en el porcentaje de mujeres sin ingresos autónomos propios».

Ante ese panorama, la subsecretaria afirma que pese a los avances en materia de participación laboral femenina, aún existen temas pendientes, como la brecha con los hombres en este ámbito.

«En este sentido, nuestro gobierno está buscando nuevas fórmulas para impulsar una mayor participación laboral de la mujer y en eso (son importantes) las políticas de capacitación, también de flexibilidad laboral y el proyecto de ley de Sala Cuna Universal», dice.

DIFICULTADES

Ser jefa de su hogar es una realidad para la dibujante técnica Elizabeth Bravo (29 años), quien vive sola con su hijo de siete años, en Rancagua.

«Para las mujeres es mucho más complicado. Creo que es un desgaste no tanto físico, pero sí mental», reflexiona y asegura que en el ámbito laboral aún existen ciertas discriminaciones, «reprochan que uno tenga hijos, siempre prefieren a las que no los tienen».

Agrega que el tener que conciliar el rol laboral con el de hacerse cargo por completo del hogar y de los hijos, se vuelve complejo para ellas: «Uno está todo el día a full . Hay que ir a las reuniones de apoderados, por ejemplo, y hay que pedir permiso y no todos los jefes son tan flexibles».

Eso sí, rescata que, con el avance de la tendencia y su consolidación, «hoy día es mucho más normal ver a una mamá jefa de hogar».

Frente a este escenario, Verónica Campino, cofundadora de la fundación ChileMujeres, advierte que existe una tensión que mientras es frecuente en el caso femenino, no necesariamente afecta a los hombres.

«Las mujeres que ingresan en el mercado remunerado formal continúan teniendo un rol en el hogar y en la familia -en especial donde existe jefatura de hogar femenina-, lo que supone una presión para ellas, representando un riesgo en su salud laboral», repara.

Campino sostiene que «resulta urgente avanzar en la aprobación del proyecto de sala cuna, junto con terminar con roles culturales asignados a la mujer que ya no conversan con los desafíos del siglo XXI».

El diagnóstico es compartido por Gloria Leal, directora ejecutiva del Instituto de la Mujer.

«Culturalmente, la responsabilidad de la crianza ha sido asignada exclusivamente a las mujeres», puntualiza y añade que «cualquier situación que les ocurra a sus hijos es su culpa, poniéndola en un escenario injusto y sobrecargado de responsabilidades, sin contar con tiempo disponible para su propio autocuidado».

Leal señala incluso que el aumento de la jefatura femenina «constituye mayor vulnerabilidad y pobreza entre estos hogares y mayor deterioro en la salud de las mujeres».

Esto último no es compartido por Candia. «Es un error considerar como más vulnerable a un hogar solo por tener jefa de hogar, porque ello no significa que estemos hablando de un hogar monoparental», explica.

REGISTRO SOCIAL

Sobre las implicancias de que la mujer se declare como jefa de hogar en el Registro Social de Hogares, la subsecretaria Candia es enfática en señalar que aquello no genera impacto.

«Un hogar será calificado como más vulnerable que otro en la medida que, efectivamente, perciba menos ingresos, independientemente de quién se haya declarado como jefe de hogar», explica. «Dos hogares con igual ingreso, e igual composición familiar, obtendrán igual calificación aun cuando uno pueda tener jefa o jefe de hogar». (El Mercurio)

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