Un equipo internacional de científicos dirigido por Jonathan Jiang, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ha formulado un mensaje actualizado en código binario que podría transmitirse a extraterrestres inteligentes que podrían existir en la Vía Láctea, según en un nuevo artículo publicado en el servidor de preimpresión arXiv.org, aún a la espera de ser revisado por pares.
Aunque todavía no hemos encontrado vida extraterrestre, la búsqueda se está intensificando gracias a proyectos como el telescopio FAST de China y el James Webb de la NASA. Ahora, la nueva nota espacial, bautizada como Faro en la Galaxia (BITG), es el último de una serie de intentos de contactar con otras formas de vida en el universo que se remontan a un mensaje enviado en 1974 desde el telescopio Arecibo de Puerto Rico, redactado por el científico Carl Sagan y el pionero del SETI Frank Drake, a un cúmulo estelar.
«FARO EN LA GALAXIA»
Según reporta Scientific American, el artículo de 13 páginas titulado «Beacon in the Galaxy» explica cómo el nuevo y más avanzado mensaje del BITG –que consta de 13 partes que tienen aproximadamente 204.000 dígitos binarios efectivos, o 25.500 bytes, en total– está repleto de detalles, como una introducción básica a las matemáticas, la composición química de los humanos, un mapa de la Tierra e incluso nuestra ubicación exacta en la Vía Láctea. También se incluye una invitación a los extraterrestres para que respondan de la misma manera, entre otros muchos elementos.
«El mensaje propuesto incluye conceptos matemáticos y físicos básicos para establecer un medio de comunicación universal, seguido de información sobre la composición bioquímica de la vida en la Tierra, la posición del Sistema Solar en la Vía Láctea con respecto a los cúmulos globulares conocidos, así como representaciones digitalizadas del Sistema Solar y de la superficie de la Tierra», afirman Jiang y sus colegas en el estudio.
«El mensaje concluye con imágenes digitalizadas de la forma humana, junto con una invitación para que cualquier inteligencia receptora responda», añadió el equipo.
CUÁNDO, DÓNDE Y CON QUÉ
En su nuevo trabajo, el equipo de Jiang incluye detalles como la mejor época del año para emitir su mensaje y los posibles objetivos del mismo, incluido un denso anillo de estrellas cerca del centro de la Vía Láctea. El equipo propone además que para esta tarea se utilicen el radiotelescopio esférico de quinientos metros de apertura (FAST), en China, y el conjunto de telescopios Allen del Instituto SETI, en California.
Entre las instituciones que participan en el nuevo trabajo se encuentran el Instituto SETI, la Universidad de Cambridge y la Universidad Normal de Pekín, entre otras.
LENGUAJE «UNIVERSAL»
Dado que no sabemos cómo se comunican los extraterrestres inteligentes, o si existen, es difícil imaginar un lenguaje que pueda ser «universal». Por este motivo, Jiang y sus colegas optaron por adoptar un enfoque similar al de muchos mensajes interestelares anteriores, escribiendo el BITG como un mapa de bits, un medio que utiliza el código binario para crear una imagen pixelada.
El raciocinio que se esconde detrás de esto es que, si existen, viven en el mismo universo que nosotros y, por tanto, están sujetos a las mismas leyes inmutables. Así, según los científicos, no es descabellado suponer que los extraterrestres hayan descubierto cosas similares sobre las matemáticas, la física o elementos básicos de la materia.
«Aunque el concepto de matemáticas en términos humanos es potencialmente irreconocible para la inteligencia extraterrestre (ETI), lo binario es probablemente universal en todas las inteligencias», señalan los investigadores.
«El binario es la forma más sencilla de las matemáticas, ya que solo implica dos estados opuestos: cero y uno, sí o no, blanco o negro, masa o espacio vacío. Por lo tanto, la transmisión del código como binario sería muy probablemente comprensible para todos las ETI y es la base del mensaje BITG», agregó.
RIESGOS POTENCIALES
Dado a que no sabemos absolutamente nada sobre los extraterrestres en cuanto a su comportamiento, ética y motivaciones, algunos expertos han advertido que transmitir la posición de la Tierra en la galaxia podría ser una invitación para que una especie potencialmente hostil causara daños en nuestro mundo –todo a pesar de que la civilización humana ha estado transmitiendo, aunque débilmente, su presencia desde que empezamos a transmitir ondas de radio–.
Por su parte, Jiang y sus colegas reconocieron este riesgo, pero en última instancia, rebaten que cualquier alienígena capaz de descifrar el mensaje del BITG no es probable que sea un conquistador agresivo.
«Los argumentos en contra de la continuación de la comunicación han sido explorados y declarados en el artículo: ¿serían los ETI pacíficos e incluso si lo son, significaría la naturaleza humana que la guerra con los ETI es inevitable, posiblemente causando la extinción de otra raza sensible? Sin embargo, la lógica sugiere que una especie que ha alcanzado la suficiente complejidad como para lograr la comunicación a través del cosmos también habría alcanzado muy probablemente altos niveles de cooperación entre ellos y, por tanto, conocerá la importancia de la paz y la colaboración» aseguraron los científicos.
Aun así, hay muchos que cautelosamente se siguen oponiendo a la idea de contactar a extraterrestres inteligentes. Y es que, a pesar de lo emocionante que podría ser, la verdad sigue siendo que no sabemos a qué nos podríamos enfrentar. Así que ¿deberíamos hacer algo así, teniendo en cuenta los riesgos potenciales? El debate en la comunidad científica continúa. (DW, Editado por Felipe Espinosa Wang)