Negociación a nivel ramal, otro proyecto contra el empleo-Andrés Sanfuentes

Negociación a nivel ramal, otro proyecto contra el empleo-Andrés Sanfuentes

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En Chile la negociación colectiva ha tenido un fuerte retroceso desde 1973, es decir, 51 años. La dictadura combatió a los sindicatos ante el poder que habían obtenido en el Gobierno de Allende.

Cuando se restableció la democracia, a pesar de los esfuerzos, el sindicalismo tuvo una levísima recuperación hasta ahora.

Una de las consecuencias ha sido el escaso apoyo que tiene el Partido Comunista, que basaba su respaldo en los sindicatos. En la actualidad carece de un ideario moderno y tiene que invocar el pasado, lo cual explica su respaldo al imperialismo ruso recordando el Soviet existente hace varios lustros, aparte de su histórico anti-USA.

La negociación ramal o multinivel ha tenido en Chile la carencia de respaldo en la mayoría de los especialistas e, incluso, la realidad de los países desarrollados en la actualidad refleja una disminución y se han trasladado a la negociación por empresa.

En nuestro país se presentan varias dificultades para implementarlo, aparte de la reducción del sindicalismo y su escaso poder político:

El alto nivel de trabajadores informales que no negocian colectivamente y carecen de empleador. Incluso la leve caída del desempleo del país se explica en parte por su incremento a los cuales no les llegan los beneficios de la legislación laboral. Entre ellos, las mujeres una participación mayor que los hombres.

Una de las consecuencias es que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) no es la única representativa y han surgido otras a nivel nacional, gracias a la Ley 20.940 de septiembre de 2016, que modificó el Código del Trabajo en materia de organizaciones sindicales.

Una de las consecuencias es que, como se señaló, la CUT no es la única representativa y han surgido otras a nivel nacional, como la Central Autómata de Trabajadores de Chile (CAT), la Unión Nacional de Trabajadores de Chile (UNT) y otras.

Según el Servicio de Impuestos Internos (SII), en 2016 las micro y pequeñas empresas constituían el 81,4% de las instituciones, pero solo el 26,5% de los trabajadores independientes. Por otra parte, las medianas y grandes empresas, que eran el 3,9% en número, tenían el 66,6% de los operarios.

En los años 2003 al 2010 la cantidad de sindicatos activos subió levemente entre ambas fechas, un 10,1%, mientras la población afiliada lo hizo en el 28,2%.

A pesar de que la incorporación de las mujeres ha crecido, la de los hombres ha tenido una leve disminución, con lo cual el total se ha mantenido estable.

Como es conocido, desde el punto de vista sectorial las industrias manufactureras tienen la mayor participación, en cabezadas por el comercio. Como es natural, la cantidad de sindicatos está concentrada en las regiones Metropolitana, Biobío y Valparaíso. En 2024 los sindicatos activos llegaron a 12.355, los que representan a 1.242.550 personas, de las cuales solo el 14,3% estaba afiliada a la CUT.

A diferencia de los países desarrollados, existen profundas distancias en las empresas por tamaño, sector productivo, ubicación geográfica y ocupaciones.

Estas desigualdades llevan a que, al uniformar la negociación colectiva por ramas, los sindicatos y empresas más poderosos impondrán sus intereses a los más débiles, incrementando la desigualdad social, obligado a muchas pymes a condiciones económicas que no pueden aceptar, generando menos empleo formal en el país. A su vez, las empresas grandes, de alta productividad y que pagan salarios elevados, serían beneficiadas, mientras sus trabajadores sufrirían menores sueldos.

Otro aspecto que no ha sido definido es el derecho a huelga en caso de que sea por rama. Si bien es una contradicción que también se acoja a esta regla, sería preferible desde el punto de vista económico y social seguir con la tradicional negociación colectiva por empresa, que evitaría los problemas señalados.

El Gobierno ha propuesto que antes de enviar un proyecto de ley al Congreso se realice un diálogo tripartito en el tercer trimestre de este año. Puede ser una argucia para no ser acusado de no cumplir con otra de las promesas del programa.

En los países europeos que han implantado la negociación multinivel, se caracterizan por la alta sindicalización, que permite los diferentes tipos de desigualdad laboral, así como la necesaria coordinación y confianza entre las partes. Sin embargo, en general ha constituido un proceso con una lenta disminución. (El Mostrador)

Andrés Sanfuentes Vergara