No pasaron inadvertidas las declaraciones que tanto el ex presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, como el senador de ese mismo partido, Francisco Chahuán, realizaron ayer, luego de que un grupo de 31 militantes históricos de la Democracia Cristiana renunciaran a su militancia, entre ellos la ex ministra de Educación Mariana Aylwin.
“El valor de Aylwin y su gente puede ayudar a matizar los enfoques del futuro gobierno”, expresó, por ejemplo, Larraín, aludiendo a que la ex secretaria de Estado se pudiera sumar, eventualmente, a la próxima administración de Sebastián Piñera.
Ante esta invitación, fue la propia Mariana Aylwin quien salió a responder: “No se me pasa por la mente formar parte del gobierno de Sebastián Piñera. Y tampoco creo que él deba recurrir a otros partidos o personas que no formen parte de su alianza”, aseguró.
La ex ministra también conversó con La Tercera sobre la posibilidad de generar un nuevo referente de centro o, bien, de buscar alianzas con otros movimientos existentes. “Son palabras mayores y es muy pronto para hablar de eso. Acabamos de renunciar”, sostuvo Aylwin, aunque precisó que existen “varias ideas de qué hacer hacia adelante, de cómo seguir aportando, pero no hay nada concreto”.
En ese sentido, la ex secretaria de Estado indicó que el primer objetivo del movimiento “Progresismo con Progreso” será levantar un debate político entre todos quienes “tradicionalmente” han formado parte del centro político.
“Esto, porque en el fondo se ha desdibujado (el centro político), y creo que este es un debate que hay que hacer con mucha gente, no solamente con Ciudadanos sino que también con gente de la Concertación”, agregó, aludiendo al referente de Andrés Velasco.
«MUJER GOLPEADA»
Su decisión la transmitió formalmente la tarde del viernes, a través de un correo electrónico dirigido al director del Servicio Electoral y causó un terremoto político en la DC, pues junto a ella renunciaron todos los miembros de la facción «Progresismo con Progreso».
A dos días de su decisión, en entrevista con El Mercurio recorrió la ex diputada y ex ministra recorre sus 40 años de militancia en el partido, y las diferencias que la llevaron a ella y a 30 dirigentes a la ruptura. También transita, aunque con cautela, por el golpe que produjo la decisión en su fuero interno y el de la familia Aylwin-Oyarzún.
«Nosotros en la familia somos bastante unidos y hemos conversado permanentemente. Por ejemplo, las cosas que escribo se las mando a algunos de mis hermanos y les pido su opinión, también a un sobrino que es súper lúcido y que también se fue del partido, antes que yo. Esta semana que culminó les dije que tenía la decisión tomada de renunciar a la DC. Incluso le comuniqué a uno de mis tíos, que es como el más preocupado, que es el hermano menor de mi padre (Tomás Aylwin). Sé que mi salida tiene un significante también en términos de la figura de mi padre», afirma .
¿Qué le comentó su madre, Leonor Oyarzún?
– Todos muy respetuosos de la decisión. Mi familia es bastante tolerante y abierta y nos acompañamos, esa es la verdad. Me sentí apoyada, especialmente de mi hermano Miguel, que me dijo «yo me voy contigo». Él también lo había pensado y sentía lo mismo que yo: que es necesario provocar o develar la crisis que el partido está viviendo.
La presidente de la DC, Myriam Verdugo, la acusó de abusar del apellido Aylwin
– No quiero entrar en ese debate más pequeño. Esto me da una pena enorme. Es como abandonar la casa, pero también tiene que ver con mi conciencia de llegar a una convicción y actuar en consecuencia. Tiene que ver con mi dignidad. De alguna manera, en el último tiempo había sido muy maltratada. No se puede seguir en una casa donde el marido te golpea todos los días y no te vas. Creo que al final hay que hacerse cargo de eso y no puedes seguir en una casa donde uno todo lo que dice es desvalorizado. Es llegar a la conclusión de que no es mi casa, de que dejó de ser mi casa. Eso es duro.
IZQUERDIZACIÓN DE LA DC
Quien también tuvo palabras para referirse a la crisis que vive la DC fue la ex candidata presidencial de la colectividad, Carolina Goic. “Aquí se requiere saber y escuchar con mucha amplitud lo que la ciudadanía nos está diciendo”, señaló.
Según la senadora DC, se debe hacer una “discusión estructural” al interior del partido, pero a través del diálogo y sin tratar de “imponer una postura” por sobre la otra. “Espero que esto signifique una oportunidad para la Democracia Cristiana para leer el desafío más profundo. Aquí evidentemente hay que hacer un análisis de lo que significa la izquierdización (del partido) para un electorado que la DC usualmente ha representado. Que quiere cambios, pero con mayor diálogo y capacidad de acuerdo”, planteó.
Del mismo modo, el ex vicepresidente y diputado de la DC, Matías Walker, invitó al resto de los militantes a discutir y entender “por qué cientos miles de votantes que votaron por la Concertación, y también por la Presidenta Bachelet, votaron en esta oportunidad por Piñera en segunda vuelta”.
Aunque, a diferencia de otros dirigentes, fue más crítico con la renuncia de los miembros de Progresismo con Progreso a la tienda. “Lamento que estos 31 destacados militantes del partido se resten de ese proceso de reflexión. Hubiese sido importante contar con ellos dentro de este debate. Se tiene que iniciar un proceso de reflexión muy intenso y hacia adentro del partido para actualizar nuestras propuestas”, concluyó.
Con todo, en la mesa están conscientes de que la próxima junta nacional será clave para el rearme y continuidad de la DC. Aunque tendrán que definir primero el mecanismo para llamar a elecciones internas, luego de que el tribunal supremo del partido, a través de un fallo, indicara que esa instancia partidista no está calificada para llamar a una competencia interna.
La Tercera/Emol/El Mercurio/Agencias