Es demasiado simplista señalar que “luego de 17 años, el Gobierno Militar entregó el poder cumpliendo con la voluntad expresada en las urnas”, ya que hay suficiente evidencia para demostrar que la dictadura intentó desconocer el resultado del plebiscito (diversos autores, partiendo por Ascanio Cavallo, han escrito al respecto, y es cosa de ver los primeros cómputos parciales, que daban por ganador al Sí), y que solo gracias a la presión internacional e interna se consiguió el resultado que hoy conocemos.
Resulta curioso que si hemos criticado tanto a Maduro por negar resultados electorales adversos, no se mire con la misma vara a Pinochet. Al final del día, una visión parcial y sesgada termina por provocar acciones como el video de la Juventud Republicana, alimentando un mito que después de medio siglo nos sigue dividiendo como país. (El Mercurio Cartas)
Roberto Munita Morgan
Abogado