Tras la asunción de Jeanine Áñez como Presidenta interina de Bolivia, Karen Longaric asumió en la cartera de Relaciones Exteriores, y en sus primeras intervenciones señaló que buscará fortalecer las relaciones diplomáticas con Chile y Estados Unidos. Además, dijo que en este periodo de transición se deberá «reconstruir la política exterior».
«El diálogo implica que vamos a fortalecer las relaciones con los países vecinos y, obviamente, que esto involucra a Chile, es importante dialogar con Chile, tenemos muchos temas que nos vinculan en la agenda bilateral y así sera«, dijo Longaric.
Asimismo, agregó que también van a buscar reforzar sus relaciones bilaterales con Estados Unidos, con la Unión Europea y «con todos los países en general».
Entre sus declaraciones, Longaric aseguró que espera la dimisión de los embajadores bolivianos con perfil político, para así poner a «la mejor gente». «Se van a cambiar a todos aquellos embajadores que están por designación política. Yo estimo que ellos van a renunciar inmediatamente. Aquellas personas que no son de carrera y que han ingresado al Servicio Exterior por cuotas políticas vamos a renovar, tratando de poner a la mejor gente, a la gente más eficiente, aquella que pueda contribuir al país», señaló Áñez.
Una de las renuncias más resaltantes fue la de Eduardo Rodríguez Veltzé, quien fue Mandatario de Bolivia entre 2005 y 2006, y que estaba a cargo de la embajada en los Países Bajos.
RUSIA RECONOCE A AÑEZ COMO PRESIDENTA
Este jueves, el Gobierno de Rusia reconoció a Jeanine Áñez como dirigente en funciones de Bolivia hasta que se elija un nuevo Presidente, aunque este país no consideró como «proceso legítimo» la salida del poder de Evo Morales.
«Está claro que es ella (Jeanine Áñez) quien será considerada como Mandataria de Bolivia hasta la elección de un nuevo Presidente» declaró Serguei Riabkov (en la foto), viceministro de RR.EE., citado por la agencia RIA Novosti.
De todos modos, el segundo de esta cartera expresó sus dudas por el proceso en que Áñez tomó el mando del país. «En el momento de su aprobación, en el Parlamento no había el quórum requerido. Vemos en ello cierto aspecto que tomamos en consideración», dijo Riabkov, aunque agregó que aquello «se trata de un asunto interno de la parte boliviana».
El viceministro indicó que el Gobierno ruso considera que «todo lo que precedió el cambio de poder en Bolivia, se interpreta como acciones que de hecho equivalen a un golpe de Estado».
Por su parte, la vocera del Ministerio de RR.EE., María Zajarova, también recalcó la decisión de Rusia, y recordó que su país ha manifestado su preocupación por la situación ocurrida en Bolivia.
Zajarova lamentó que que la disposición de Morales para buscar soluciones «a base de diálogo haya sido arrollada por el desarrollo de los acontecimientos, que siguieron un patrón de golpe de Estado». (Emol-EFE -AFP)