Una nueva explosión en aparatos de comunicación de Hezbolá se produjo durante la jornada de este miércoles.
Según información preliminar proveniente de cercanos al grupo, se trataría de walkies-talkies que estallaron en los suburbios de Beirut. Una fuente afirmó a AFP que «varios walkie-talkies explotaron en el suburbio del sur de Beirut», donde se celebraban los funerales de miembros del Hezbolá que murieron la víspera al estallar material de comunicación de miembros del grupo proiraní.
Corresponsales de AFP reportaron por su lado explosiones en Sidón (sur) y Baalbek (este). Además, según la agencia oficial, ya son al menos tres los muertos producto de este nuevo hecho.
Las tres personas murieron debido a la explosión de «dispositivos de transmisión» en Sohmor, en el este del país, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANI) de Líbano.
El Ministerio de Salud reportó por su parte «más de cien heridos en una nueva ola de explosiones de walkie-talkies». Estos aparatos explotaron a la vez en el suburbio del sur de Beirut, donde se celebraban los funerales de cuatro miembros de Hezbolá muertos la víspera por el estallido de bíperes, según una fuente cercana al movimiento proiraní y a rescatistas.
Las explosiones sembraron el pánico, según un fotógrafo de AFP que cubría estos funerales, entre ellos el del hijo de un diputado de Hezbolá.
Se registraron otras explosiones en Sidón, en el sur, y en Baalbeck, en el este, donde 15 personas resultaron heridas, indicó una fuente hospitalaria a AFP.
Esto ocurre luego de los hechos de este martes, donde explosiones en bíperes provocaron al menos 12 fallecidos y cerca de 2.800 heridos en dicho país.
CONSEJO ONU REUNION DE URGENCIA
El número de muertos por la nueva oleada de explosiones en aparatos de radio en el Líbano asciende ya a nueve y el de heridos a más de 300, informó el Ministerio de Salud Pública libanés, que da por casi finalizadas las operaciones de rescate.
«El proceso de trasladar a los heridos en ambulancias casi se ha completado», aseguró el Centro de Operaciones de Emergencia del departamento gubernamental en un comunicado, en el que sitúa su último balance de víctimas en nueve fallecidos y por encima de 300 heridos.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, también confirmó en declaraciones a la prensa que el flujo de víctimas a los hospitales se ha ralentizado ya. «Durante mi visita hoy al Ministerio de Sanidad nos llegó la noticia de las nuevas explosiones y vimos con nuestros propios ojos cómo los hospitales operaron. Menos heridos están llegando a los hospitales, casi han parado (de llegar)», afirmó el dirigente, al condenar este «crimen colectivo».
La Defensa Civil libanesa informó en un comunicado de que sus equipos participaron en la extinción de incendios desencadenados en decenas de inmuebles y vehículos en el oriental Valle de la Bekaa, el sur del país o los suburbios meridionales de Beirut.
Solo en la provincia meridional de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 coches y decenas de motocicletas a causa de las explosiones de «aparatos inalámbricos y lectores de huellas dactilares», según su recuento.
También se registraron fuegos en menor medida en las demarcaciones administrativas de la Bekaa (este), Baalbek-Hermel (este) y Sur del Líbano, así como en los suburbios meridionales de Beirut, todos ellos bastiones del grupo chií libanés Hezbolá.
La nueva oleada de deflagraciones se produjo apenas 24 horas después de que otra originada en miles de buscapersonas en manos de miembros de Hezbolá causara doce muertos y 2.800 heridos también en regiones controladas por el movimiento, según el último balance oficial.
El ataque del martes fue atribuido a Israel y también causó víctimas civiles, entre ellas dos niños que perdieron la vida. Por otra parte, durante la jornada se conoció que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia este viernes para analizar la situación en la zona.
La reunión fue solicitada por Argelia y confirmada por la presidencia eslovena, en una cita a realizarse desde las 16 horas de Chile. (Emol AFP)