El ex canciller uruguayo Luis Almagro prometió «más derechos para más gente» en su toma de posesión como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), cargo que ocupará los próximos cinco años en relevo de José Miguel Insulza.
«Mi administración hará del lema ‘Más derechos para más gente’ su motivo de existencia, porque el hemisferio está harto de exclusión, de derechos políticos, económicos o sociales para algunos pero no para todos, está cansado de racismo, de persecución, de prejuicios y antagonismos estériles», afirmó en su discurso de asunción pronunciado en la sede del organismo en Washington.
Asistieron también el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, el subsecretario de Chile, Edgardo Riveros, y el enviado especial del Gobierno venezolano Raul Licausi, que es el embajador de su país ante la Comunidad del Caribe (Caricom).Almagro asumió sus nuevas funciones en una reunión protocolaria del Consejo Permanente ante los embajadores y representantes de los 34 países miembros activos de la institución, todos los del continente salvo Cuba.
Estados Unidos estuvo representado por la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y el consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon.
El nuevo secretario general, que ya ha anunciado que no optará a la reelección, se comprometió a que, cuando deje el cargo, la OEA sea un organismo «más cercano, más eficiente, menos burocrático y que contribuya a la resolución de los problemas del hemisferio y sus ciudadanos».
«En 2020, al finalizar mi mandato, la OEA debería ser reconocida como el foro político hemisférico que con participación igualitaria de todos los países de las Américas, trabaja, en un clima de paz, para fortalecer la democracia, promover y proteger los derechos humanos, impulsar el desarrollo integral y la seguridad multidimensional para así apoyar la prosperidad con oportunidades de progreso para todos», afirmó.
«Juntos, en la diversidad, con respeto, tolerancia y diálogo, podemos asegurar más derechos para más americanos», añadió.
El veterano diplomático de izquierdas llega a la OEA dispuesto a recoger las peticiones de cambio y cumplir sus objetivos de renovar el organismo, superar divisiones internas y reintegrar a Cuba.
Almagro releva en el cargo al chileno José Miguel Insulza, que estuvo al frente del organismo durante una década marcada por una profunda división interna que dificultó los consensos, el golpe de Estado en Honduras de 2009, el levantamiento de la suspensión de Cuba ese mismo año, la crisis política en Venezuela y el avance en la política contra las drogas.