Los nuevos chats y conversaciones entre la diputada Catalina Pérez (ex-FA) y Daniel Andrade, su entonces pareja, en el marco del caso Lío de Platas, volvieron a generar un sismo en el gobierno, donde intentan alejarse de las consecuencias que tiene el caso en distintas figuras.
Aunque la diputada ha insistido en su desconocimiento de las irregularidades en el traspaso de más de $400 millones a Democracia Viva, una serie de chats no sólo revelan que manejaba información sobre el caso sino que además intentó encubrirlo una vez revelado.
Además enredó a La Moneda otra vez a más de un año y medio de que se haya destapado el escándalo al aparecer nuevas versiones que vinculan al jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi, con el conflicto.
Canal 13 publicó que el 17 de junio, un día después del reportaje de Timeline, Pérez le compartió el número telefónico del jefe de asesores del Presidente a Andrade.
Ayer, en tanto, La Segunda dio cuenta de que, según el peritaje de la PDI al teléfono de la parlamentaria, la diputada conversó con un tal “Miguel” el 15 de junio, intercambio tras el que quedó “abrumada” y “triste”.
El mismo medio señala que manejan como versión que el jefe del Segundo Piso habría colaborado con la redacción de las primeras salidas comunicacionales sobre el tema.
La Tercera consultó a Presidencia sobre el rol de Crispi en el caso, sin embargo, la respuesta fue que las consultas se le deben hacer al abogado del sociólogo, Guillermo Chahuán. Así, en Palacio buscan evitar repetir errores en el manejo de otras crisis e intentar alejarlo de La Moneda y la figura del Presidente Gabriel Boric.
En el gobierno hay personeros que, en todo caso, acusan recibo del remezón político que puede significar el rol que habría jugado Crispi en el inicio de la crisis. De hecho, nuevamente surgieron críticas oficialistas para removerlo de su cargo, instalando otra vez tensión en La Moneda, lo que se incrementó luego de que el abogado de Crispi, Guillermo Chahuán, confirmara ayer a este medio que Crispi y Pérez sí concretaron un diálogo sobre el caso, pese a que hasta ahora el asesor había señalado que sólo supo de “un rumor”.
“Efectivamente, sostuvieron una conversación el 14 de junio, cuando se encontraron en Cerro Castillo en el marco de una reunión del oficialismo”, sostuvo.
Si bien LT Domingo había dado cuenta de ese intercambio, hasta ahora, nadie lo había confirmado públicamente. De hecho, la propia Pérez negó haber conversado del tema con Crispi.
El pasado 12 de noviembre de 2023, al ser consultada si conversó con él u otros personeros de gobierno, aseguró: “No, creo que el conducto era conversar con la subsecretaria y me mantuve dentro de los conductos regulares”.
En la publicación de LT Domingo se indicó que la parlamentaria y el asesor presidencial se reunieron a puertas cerradas por cerca de una hora antes de que se conociera públicamente el escándalo. Lo hicieron poco antes de que llegaran los demás presidentes de partidos y parlamentarios, quienes habían sido citados por Boric a un cónclave para analizar el fracaso de la reforma tributaria en la Cámara.
En ese encuentro, que pone una duda sobre cuánto sabía La Moneda de la controversia, agregó ayer el abogado que “Crispi le señaló que, según el conocimiento que tenía del caso, ameritaba que se investigara en detalle lo ocurrido”.
No obstante, en el entorno del asesor descartan que este haya conversado con Andrade en medio de la crisis.
Consultada si con los antecedentes conocidos la figura del jefe del Segundo Piso se ve complicada, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA), dijo que “todos estos elementos son parte de una carpeta de investigación y, sin duda, el Ministerio Público, como organismo autónomo que dirige esa investigación, va a tenerlo en cuenta para solicitar las acciones que sean correspondientes”.
El subsecretario del Interior, Luis Cordero, por su parte, también buscó mantener el asunto fuera de La Moneda. “Sobre la situación de Miguel Crispi, él ha declarado ante el Ministerio Público, tiene un abogado personal, que es el abogado Chahuán, y el Ejecutivo no tiene nada que referirse sobre un asunto que forma parte de su defensa personal”.
PRESIÓN POR LA SALIDA
Con estos nuevos antecedentes, volvieron a surgir voces en el oficialismo que piden la salida de Crispi.
La jefa de bancada del PPD e independientes, diputada Camila Musante (ind.), dijo que “no puedo dejar pasar que nuevamente el jefe del Segundo Piso no está a la altura de la responsabilidad que tiene asesorar en estas materias. Habría estado al tanto de lo que Catalina Pérez sabía respecto de Democracia Viva y aun así no alertó al Presidente Boric, abriendo un nuevo flanco dentro de La Moneda”.
Mientras que el senador Fidel Espinoza (PS) afirmó que “la salida de Crispi es inminente. Es inconcebible que siga en su cargo, ya lo hemos dicho durante largos meses. Crispi ha sido conocedor de todos estos hechos, ha pretendido taparlos. Su actitud ha sido simplemente una vergüenza para un jefe de Segundo Piso. Ya basta de falta de respeto con el país, esto ya ha superado todos los límites”.
LA RESPUESTA DE PÉREZ
Ayer en la tarde, Pérez se refirió a través de un video y una declaración escrita a las nuevas revelaciones de la prensa. Eso sí, no hizo alusión a su conversación con Crispi.
Primero, criticó la filtración de la carpeta investigativa de la Fiscalía. “Quiero expresar públicamente mi preocupación por esta manera de proceder, que parece más propia de una estrategia comunicacional que de buscar el esclarecimiento de lo que la Fiscalía me acusa, que es el delito de fraude al Fisco”, indicó.
También reiteró que “nunca intervine de ninguna manera en la suscripción de convenios, no hice nada para que estos convenios se concretaran, no recibí ni un peso de aquellos y no conocía de los detalles financieros u operacionales de ellos”.
Junto a eso, reconoció: “Me equivoqué”. Esto, según explicó en relación a que “se han filtrado mensajes horribles, muy posteriores a la firma de los convenios, una vez que esto ya era públicamente conocido, para buscar ayudarlo y enfrentar lo que era en ese entonces para mí una crisis comunicacional”.
Y aunque aseveró que “soy consciente de que todo esto ha causado un daño enorme y también para mí un quiebre emocional profundo”, reiteró que “no tiene nada que ver con tráfico de influencias ni menos con participar en un fraude al Fisco”. (La Tercera)