Este viernes se retoman las conversaciones por el nuevo proceso constituyente desde las 10:00 en el ex Congreso Nacional, como es usual, pero con una novedad: quien estará encabezando la cita junto al presidente del Senado, Álvaro Elizalde, será el nuevo líder de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic (PL).
La semana pasada fue la última reunión liderada por Raúl Soto (PPD), quien seguirá participando del diálogo en un rol de apoyo a la coordinación, según explicó Elizalde esta semana.
En estos dos meses desde la primera cita, Chile Vamos, la DC, Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad han logrado acordar dos puntos relevantes para el proceso: primero, la existencia de bases constitucionales para la redacción de una nueva Carta Magna, como el carácter de República de Chile, el reconocimiento a los emblemas patrios, algunos derechos y libertades fundamentales y la protección de la autonomía de algunos órganos, como el Banco Central.
Todo esto con el fin de evitar los «maximalismos» y el «espíritu refundacional» que acusaron dirigentes de varios sectores sobre el trabajo de la Convención Constitucional.
Pero ante las críticas de que la antigua Convención también tenía bases que no fueron respetadas, la semana pasada se consensuó un segundo punto: la existencia de un «comité técnico de admisibilidad» que estará velando por el respeto a esos principios.
Este se compondrá de 14 juristas «con destacada trayectoria«, nombrados por ambas cámaras del Congreso Nacional. Eso es todo.
PENDIENTES Y URGENCIAS
Aún no hay definiciones sobre qué tipo de órgano redactará la nueva Constitución, de qué tamaño será, qué calendario tendrá, cuál será el sistema electoral para conformarlo, ni si habrá o no un plebiscito de entrada, pero voces tanto de la oposición como del oficialismo insisten en que en noviembre se podría alcanzar un acuerdo.
El plazo es extremadamente acotado: el Servel informó que necesita 140 días para organizar una elección y las colectividades oficialistas principalmente se resisten a que el proceso constituyente se extienda más allá de 2023, por lo que en las próximas semanas se debería acelerar la conversación.
El primero de los elementos que debería despejarse a partir de este viernes es el del mecanismo: el oficialismo y la DC propusieron un ente de 125 miembros más 9 escaños reservados, lo que desde la oposición señalan que es «muy parecido» a la Convención Constitucional.
En Chile Vamos impulsan un órgano de menor tamaño, parecido al Senado, y mixto, es decir, cuyos integrantes no sean todos elegidos por la ciudadanía, sino que también haya «expertos» designados por los partidos políticos. No obstante, hasta el momento no han presentado ninguna propuesta formal.
Un punto a tener en cuenta: el debate también se cruza con el sistema electoral que se necesitará para esos comicios y la preocupación en el oficialismo de obtener malos resultados tras la debacle sufrida con la Convención y el Plebiscito de salida. (Emol)
