La mayor licitación de suministro para clientes regulados realizada hace poco más de un año y en la cual se alcanzaron precios de energía históricamente bajos, no sólo redefinió el mercado eléctrico, sino que sus efectos aún se dejan sentir.
El resultado de este proceso, que fue dominado por las energías renovables no convencionales, marcó una señal poco alentadora para el desarrollo de las tecnologías convencionales, la misma que por estos días tiene a dos eléctricas afinando su salida definitiva del país.
Tras no lograr concretar las iniciativas que tenían en carpeta, la australiana Origin y la israelí IC Power están haciendo todas las gestiones para poner fin a su estadía en Chile, proceso que incluye la liquidación de los activos y proyectos que alcanzaron a constituir.
Conocedores del negocio eléctrico comentan que el desenlace de la subasta de agosto pasado, donde el precio promedio de adjudicación fueron US$ 47 por MWh, fue clave a la hora de definir la continuidad de estas dos empresas en el mercado local. Si bien Origin no presentó ofertas en ese proceso, la señal de largo plazo fue definitiva para su continuidad en Chile. Por el contrario, IC Power sí compitió en la licitación, pero con una propuesta basada en gas natural licuado, a partir del proyecto Los Rulos (540 MW), el que si bien recibió permisos ambientales, enfrentó reparos que la tienen a la espera de un pronunciamiento por parte del Comité de Ministros.
Claro que la extranjera decidió no seguir en el país y está negociando la venta de este proyecto y de dos centrales que tiene en operación. La transacción también incluye sus activos en Perú.
PLAN DE ORIGIN
En el caso de la oceánica, su historia se remonta a 2011, cuando en medio de un plan de internacionalización de sus operaciones, participó en la licitación de concesiones de exploración geotérmica y un año después se hizo con una opción para adquirir hasta el 51% de Energía Austral, que impulsaba la construcción de un complejo hidroeléctrico en la Región de Aysén.
Esta iniciativa enfrentó una serie de inconvenientes, que sumados al cambio en el escenario comercial de la generación tras la licitación, llevaron a sus impulsores, Origin y la suiza Xstrata, a desistir de ella e intentar su venta, la que finalmente no prosperó. Por esto Energía Austral optó por devolver el permiso ambiental y por estos días evalúa hacer lo mismo con los derechos de agua asociados a ésta, por los cuales paga una millonaria patente.
En junio recién pasado, la matriz de la australiana realizó un millonario castigo contable por el deterioro de varios de sus negocios. De esa cifra, US$ 90 millones correspondieron a Energía Austral, como un “reflejo de la reducción de las perspectivas de un proceso de venta de activos”, informó la australiana en sus resultados anuales.
El plan que Origin tenía para su negocio en Chile consideraba un portafolio diversificado de generación, que además de hidroelectricidad y geotermia, incluía tres parques solares y una central de ciclo combinado en base a gas natural.
De estas iniciativas sólo avanzó en una, la granja solar Javiera, donde a través de Energía Andina, Origin era socia de Antofagasta Minerals. Este activo fue enajenado en mayo pasado, mientras que conocedores de los planes de la australiana, que cerró la oficina que mantenía en Santiago y desvinculó a todo su personal, comentan que lo propio estaría evaluando respecto de los otros proyectos que alcanzó a avanzar en Chile.
COLBUN TRAS ACTIVOS DE LA ISRAELÍ
Dos centrales de respaldo que suman 211 MW de capacidad, más el proyecto en base a gas natural Los Rulos (540 MW) ubicado en Limache y aún en tramitación, son los activos que la israelí IC Power posee actualmente en Chile y que tendría a la venta como parte de su plan de salida definitiva del país.
Fuentes del mercado comentaron que la empresa de origen israelí estaría en conversaciones con Colbún para traspasarle estos activos, razón por la que la operación incluiría también los 2.240 MW que la empresa ya tiene instalados en Perú y que corresponden a Kallpa, una unidad en base a gas natural (1.063 MW), una hidroeléctrica de 545 MW, que entró en operación en agosto del año pasado, y Puerto Bravo, un complejo de 632 MW que opera en base a diésel.
IC Power entró a ambos mercados a través de su subsidiaria en la región Inkia Energy, que en Chile concretó como primera operación en 2011 la compra del 87% de la central de respaldo diésel Cardones, antes denominada Tierra Amarilla (153 MW), donde tiene como socia a SW Business.
La otra unidad, también de respaldo en base a diésel, Colmito (58 MW), era parte de los activos del joint venture Tinguiririca Energía e IC Power la adquirió a fines de 2013.
Consultados en la eléctrica controlada por el grupo Matte por estas conversaciones, prefirieron no hacer comentarios, mientras que no fue posible contactar a los ejecutivos de IC Power en Chile.
Además de su país, la israelí controlada por Kenon Holdings posee también operaciones en Bolivia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Jamaica, Nicaragua y Panamá. (DF)